Prevención del infección VIH/SIDA por vía sexual
Las Enfermedades de Transmisión Sexual son infecciones que se transmiten
por contacto sexual. Sin embargo, no por ello, la sexualidad en sí misma
constituye un riesgo, puesto que es una forma de comunicación e intercambio
afectivo y cada persona tiene derecho a vivirla como considere más oportuno.
Conocer los riesgos que conllevan unas relaciones sexuales sin protección,
es el primer paso para lograr que nuestra sexualidad llegue a ser plena y gratificante,
sin miedos ni angustias que nos limiten un aspecto tan importante de nuestra
vida.
Este folleto, por tanto, tiene como objetivo informar sobre las medidas preventivas
de la infección por VIH/SIDA por vía sexual, sobre todo en aquellas
situaciones en las que se realizan prácticas sexuales que pueden suponer
un mayor riesgo para la salud.
El SIDA es una enfermedad infecciosa, que se transmite a través de un
virus, conocido con el nombre de Virus de Inmunodeficiencia Humana o por sus
iniciales VIH. También se le puede llamar virus del SIDA.
Este virus ataca al sistema inmunológico, haciendo que funcione deficientemente
y, por tanto, que no pueda cumplir su función, consistente en defender
al organismo de gérmenes que proceden del exterior. Sólo se encuentra
en una proporción importante en la sangre, el semen, el líquido
preseminal y las secreciones vaginales, también en la leche materna,
aunque en menor cantidad.
Por ello, sabemos que el virus NO se transmite por las relaciones cotidianas:
compartir vasos, cubiertos, lavabos públicos o teléfonos, darse
la mano, conversar, jugar, bañarse en la misma piscina. Ni tampoco por
tocarse, besarse, acariciarse, abrazarse, masturbarse mutuamente, masajearse,
tomar una ducha juntos, acostarse en la misma cama, etc...
En general existe riesgo de infección cuando la sangre, semen, líquido
preseminal o secreciones vaginales de una persona infectada penetran en la sangre
de una persona sana a través de alguna vía abierta en las mucosas
o la piel (un padrastro o heridas superficiales y/o cicatrizadas no supondrían
riesgo).
Por eso la penetración vaginal o anal es una práctica con mucho
riesgo. También se puede transmitir la infección por contacto buco-genital
y buco-anal.
Métodos para prevenir la transmisión del SIDA en las relaciones sexuales
- Modificar las conductas de riesgo, practicando sexo de forma segura, es
decir utilizando el preservativo de forma correcta.
- Mantener relaciones con una única pareja no infectada, siempre que
exista confianza plena en la fidelidad de la pareja.
- Si tu pareja es seropositiva y tú no, utiliza el preservativo en
todas las relaciones y evita el coito especialmente durante la menstruación.
- Si los dos sois seropositivos debes tener en cuenta que la exposición
repetida al virus puede acelerar el curso de la enfermedad (reinfección).
- También sabemos que la abstinencia sexual es un método que
garantiza la seguridad de forma absoluta, pero ésta es una opción
personal sobre la que sólo tú decides.
El riesgo de infección no es el mismo en todas las prácticas
sexuales. Por eso debes saber cuales son las vías de transmisión
del virus en distintos casos.
Penetración vaginal y anal
Estas prácticas suponen riesgo para ambos miembros de la pareja. La
infección tiene lugar a través de lesiones muy pequeñas
o heridas microscópicas que se producen en el momento de la penetración
debido a la fragilidad natural de las mucosas (tanto de la vagina como del pene
y del ano). Estas lesiones microscópicas (o microinflamaciones) permiten
la entrada del virus, presente en el semen o en las secreciones vaginales, en
la sangre de la persona sana.
El riesgo se incrementa si se tienen relaciones mientras se sufre alguna otra
Enfermedad de Transmisión Sexual (ya que pueden existir úlceras
o llagas en los genitales, y se produce una mayor concentración de VIH
en las secreciones sexuales), o durante el periodo de las reglas en la mujer
como consecuencia del flujo de sangre y el desprendimiento de la mucosa uterina.
En el sexo anal el riesgo de transmisión es mayor porque la mucosa del ano es más frágil y vulnerable y la penetración más traumática (incluso se puede sangrar); por tanto, el VIH puede
entrar más fácilmente en el torrente sanguíneo si está
presente en el semen o en la sangre.
Sexo oral
Respecto al sexo oral (fellatio, cunnilingus, anilingus), el riesgo de infección
es mayor para la persona que lo realiza, es decir, para quien expone su mucosa
bucal a semen, líquido preseminal, flujo vaginal o sangre (incluida la
menstrual). El riesgo aumenta cuando se ingieren estos fluidos y además
con la presencia de heridas, úlceras, procesos inflamatorios u otras
enfermedades de transmisión sexual.
Para el otro miembro de la pareja no existe prácticamente riesgo de infección ya que, si bien, se
ha aislado virus en la saliva, no en una proporción suficiente para que sea posible la transmisión. Sólo si hubiera una cantidad importante de sangre mezclada con saliva se podría dar la infección.
En el contacto buco-anal (anilingus), el riesgo de infección también
es para la persona que lo realiza, siendo necesario para la transmisión,
la presencia de sangre en heces o en la zona anal (fístulas, hemorroides
sangrantes etc...).
No obstante, a través de estas prácticas sexuales se pueden transmitir
otras enfermedades: hepatitis A y B, gonococia, sífilis.
Uso correcto del preservativo masculino
- Utilizar preservativos de calidad y tener en cuenta la fecha de caducidad.
Un condón caducado no debe ser utilizado ya que se puede romper con
mayor facilidad.
- Los condones se deben guardar en un lugar fresco y seco alejados de la
luz solar directa. Con el calor, el condón pierde resistencia con
mucha rapidez, por lo que no deben guardarse en lugares como la guantera
del coche.
- Hay que colocarlo sobre el pene, apretando la punta del condón
para eliminar bolsas de aire y formar una reserva para el semen (la mayoría
ya la tienen). Desenrollar sobre el pene para cubrirlo totalmente.
- Cuidado con los objetos punzantes (sortijas, piercing,...)
- Hay que utilizarlo desde el principio y durante toda la relación.
Al terminar extraer el pene, sujetando el preservativo por la base del mismo,
antes de que finalice la erección, para evitar que el semen se derrame.
- Una vez usado se debe tirar a la basura.
- Se debe cambiar de condón en cada relación sexual, aunque
no haya habido penetración.
- Si se utilizan cremas lubricantes, que sean con base de agua (cremas
con silicona o glicerina) o incluso saliva.
Recuerda
- Los fluidos por los que una persona infectada puede contagiar el virus a una
persona sana son los siguientes:
- Semen
- Líquido preseminal
- Flujo vaginal
- Sangre (menstrual, rectal o bucal)
- En una práctica sexual, el riesgo aparece cuando cualquiera de estos
fluidos de una persona infectada entran en contacto con alguna vía abierta
en las mucosas o la piel de una persona sana. Debemos tener presente que la
posibilidad de contraer la infección se incrementa cuanto mayor sea el
número de relaciones sexuales. Sin embargo, una sola relación
con una persona portadora puede bastar para infectarse.
- El uso correcto del preservativo o condón es el método más
eficaz para prevenir la infección cuando se mantienen relaciones sexuales con una persona portadora del VIH o
persona de la que desconocemos si está infectada o no.
- También existe el condón femenino que presenta las mismas ventajas
que el tradicional preservativo masculino aunque requiere algo más de
práctica, y seguir las recomendaciones para su utilización incluidas
en el envase. En todo caso, hay que recordar que es también de un solo
uso y que si se utilizan lubricantes deben tener las mismas características
que en el condón masculino.
- Se puede contraer la infección a través del sexo oral, por
eso se debe usar el preservativo cuando mantengamos este tipo de relaciones.
Si se va a practicar sexo oral a una mujer puede utilizarse también el
condón, rompiéndolo a lo largo y colocándolo sobre los
genitales femeninos para que sirva de barrera.
- Cuando creas que has estado en riesgo de infección, la única
forma de saber si estás infectado o no es hacerte la prueba del SIDA.
Esta prueba consiste en un análisis de sangre específico que indica
si has estado en contacto con el virus. Si el resultado es positivo, significa
que la persona tiene el virus y ha desarrollado los anticuerpos frente a él.
Estos anticuerpos tardan alrededor de tres meses en desarrollarse. Por eso,
un análisis realizado poco después de que haya tenido lugar la
infección tendrá, probablemente, un resultado negativo. A pesar
de ello, la persona podría estar infectada y, por lo tanto, transmitir
el virus.
Para hacerte la prueba en la Región de Murcia, puedes ir a tu médico
de cabezera o, si prefieres hacerlo de forma anónima y gratuita, llama
al 900 706 706, donde te informarán sobre lo que debes hacer.
Precaución sí, rechazo no
- Cuando te encuentres con una persona seropositiva debes tener en cuenta que
los afectados son ante todo personas. Con alegrías y tristezas, con derechos
y responsabilidades, con fortalezas y debilidades. Pueden y deben llevar una
vida lo más normal posible, sin que su situación les suponga más
problemas que los puramente sanitarios.
- El SIDA es un problema de toda la sociedad, no solo de unos pocos afectados.
Como individuos, todos somos responsables de tomar las medidas preventivas
a nuestra disposición cuando sea necesario. Como sociedad debemos ofrecer
solidaridad y colaboración.
- Para más información se puede llamar al teléfono gratuito de información sobre SIDA 900 706 706
o acudir a la "Unidad de Prevención y Educación Sanitaria sobre el SIDA" en días laborables de 9 a 14 horas en Ronda de Levante, 11 30008 Murcia.
- También se puede acudir a la "Unidad de Información sobre Enfermedades de Transmisión
Sexual y SIDA". Si se desea pedir información o cita, llamar al teléfono 986 32 66 75. Plaza de San Agustín, 3. 30201 Cartagena.
- Recuerda si tienes alguna duda...llama a: INFOSIDA 900 706 706. Teléfono
gratuito de información sobre SIDA. Región de Murcia. Consejería de Sanidad y Consumo. Dirección General de Salud Pública