El solar donde se ubica el hospital de la Vega Lorenzo Guirao, está situado sobre la carretera de Cieza a Abarán y en la confluencia de ésta con una vía de acceso desde la carretera de Madrid. Tiene una forma sensiblemente rectangular, con orientación aproximada de norte sur en su dimensión mayor, que coincide con el lado flanqueado por la carretera de Cieza a Abarán.
El hospital tiene una situación lógica que permite las mejores vistas y una utilización razonable del terreno, que permite accesos a distintos niveles, con múltiples y diferenciadas puertas de entrada.
El edificio principal se plantea como dos cuerpos fundamentales de identificación paralelos. En el cuerpo más al oeste, el de mayor altura (cuenta con planta baja y tres pisos) se disponen las unidades de hospitalización, plantas segunda y tercera; en la planta primera están ubicados los servicios centrales de diagnóstico y el área de pruebas especiales; los servicios administrativos, las consultas externas y rehabilitación se ubican en la planta baja.
Este cuerpo del edificio tiene una disposición escalonada, que permite obtener unas terrazas delante de las habitaciones de hospitalización, así como disponer de mayor superficie en las plantas inferiores, respecto a las superiores.
Aquí se encuentran los accesos principales de pacientes, tanto a hospitalización, como a consultas externas y administración y en él se desarrollan las circulaciones interiores de visitas a pacientes ingresados y de pacientes ambulatorios, mediante circuitos exclusivos
El hospital cuenta con una dotación de 172 camas instaladas, de las que actualmente están disponibles las siguientes:
En la planta baja se sitúan todos los servicios generales como:
Todos estos accesos del hospital se producen por una calle exclusiva y que queda independiente del resto de las zonas del edificio.
En la planta primera, las áreas de tratamiento más internas son las siguientes:
Ambos bloques están unidos entre sí por unos núcleos verticales de comunicaciones, a través de los que se producen todas las circulaciones verticales internas, de modo que en ellos nunca se deberá encontrar ni un paciente ambulatorio ni una visita. Esta separación de circulaciones es la que da claridad al funcionamiento interno del Hospital.
Estos núcleos verticales están compuestos por:
Además de estos dos bloques de edificación paralelos que acabamos de citar, se disponen de dos pequeños pabellones, uno de ellos situado en alineación con el bloque principal, en su zona norte, que recoge el servicio de rehabilitación, con acceso independiente desde la zona de consultas externas, y otro, en la zona opuesta del terreno, destinado a mortuorio y sala de necropsias, con acceso a la zona de duelos desde la planta baja y salida del cadáver desde el exterior en planta primaria.