Son medicamentos seguros y eficaces y que cumplen todas las garantías. Están elaborados a partir de sustancias medicinales bien conocidas y cuya patente ha caducado por lo que, al no tener gastos de patente ni de investigación, su precio es inferior al medicamento de marca.
Los genéricos presentan igual principio activo (sustancia medicinal), igual composición e igual forma farmacéutica (comprimidos, suspensión, cápsulas...) y con la misma bioequivalencia demostrada (el mismo comportamiento en el organismo) que el medicamento original de marca.
Los genéricos se distinguen por llevar en el envase las siglas EFG (Especialidad Farmacéutica Genérica). Estas siglas son fundamentales: si el medicamento no las lleva no es un genérico.
Los medicamentos genéricos ofrecen la misma seguridad y eficacia que el medicamento de marca, tal como se demuestra en los estudios y pruebas realizadas.
Son medicamentos que cumplen todas las garantías. Todos los medicamentos, tanto genéricos como de marca, son aprobados por el Ministerio de Sanidad y Consumo y han de pasar los mismo controles de calidad, seguridad y eficacia.
Es la igualdad de efectos de dos medicamentos en el organismo, hasta el punto de poder intercambiarse entre ellos.
Únicamente el nombre, el precio y el aspecto externo.
Los medicamentos genéricos se denominan por el nombre de la sustancia de la que está hecho, junto con el nombre del laboratorio fabricante las siglas EFG.
Los medicamentos genéricos son más económicos porque:
El medicamento genérico puede ser diferente en el aspecto externo: color, forma o tamaño con respecto al de marca.