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Consejería de Salud
Servicio Murciano de Salud
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Incluida en el banco de preguntas el . Categorías: Salud Infantil, Salud Mental .
La información ofrecida puede no estar actualizada (es posible que nuevos estudios o publicaciones modifiquen o maticen la respuesta dada).

Health professionals Servicio Murciano de Salud. Consejería de Salud. Región de Murcia

Estigmatizaciòn (riesgo de exclusión) en niños con trastornos de la conducta. La pregunta original del usuario era "¿Existen evidencias de estigmatizaciòn (riesgo de exclusión) en niños con trastornos de la conducta grave?. Es una paciente de 16 años, que está ingresada en la Unidad de hospitalización de salud mental por trastorno de la conducta, problemas en el entorno escolar(ha repetido curso), con familia disfuncional desestructurada. Vive en un centro de acogida desde Junio de 2015."

Se ha seleccionado 1 Revisión Sistemática (RS), 1 estudio cualitativo, 1 estudio retrospectivo, 1 Sumario de Evidencias de Uptodate (SE) y 1 revisión narrativa sobre niños y/o adolescentes con trastornos de la conducta (TC) y otros relacionados (por ejemplo, conducta desafiante y conductas antisociales) y el riesgo de exclusión/estigmatización (de ser “etiquetado”). Señalan que dicho riesgo es evidente, hecho que es reconocido hasta por los propios niños/adolescentes en el estudio cualitativo. La forma en que se materializa la estigmatización/exclusión puede ir desde los efectos sobre la propia identidad hasta el consumo de drogas temprano y conductas antisociales (delictivas). El reconocimiento y la intervención temprana pueden prevenir la progresión del TC y sus consecuencias.

Una RS(1) determina qué evidencia existe sobre el alcance de la inclusión/exclusión social de personas con discapacidad intelectual y conducta desafiante. Señala que la inclusión social es fundamental en las políticas de discapacidad y que el alto riesgo de exclusión social para las personas con discapacidad intelectual se agrava cuando estas tienen un comportamiento desafiante (se estima que del 10 al 15% de las personas con discapacidad intelectual también tienen comportamientos desafiantes).
El riesgo de exclusión social es evidente en la definición misma de la conducta desafiante: que es el comportamiento de una intensidad, frecuencia o duración, tales que la seguridad física de la persona o de los demás es probable que se coloque en grave peligro o conducta que puede limitar seriamente o denegar el acceso y uso de las instalaciones comunitarias ordinarias.
La RS incluye 14 artículos, aunque la inclusión social fue mal definida y medida, y con respecto a las personas con comportamiento desafiante, se encontró poca investigación en relación con su potencial para ser socialmente incluida. Se concluye que sería necesaria una más clara conceptualización de la inclusión/exclusión, y una mayor comprensión de las prácticas que la apoyan y mecanismos que garanticen su aumento de la financiación de los planes de apoyo.
Por otra parte indican que los indicadores de inclusión/exclusión social, como los niveles de alfabetización, el acceso a Internet / tecnología, votar en las elecciones, que viven en hogares sin empleo, y el desempleo a largo plazo, son en gran medida inaplicables y sin sentido para las personas con comportamiento desafiante y/o con discapacidad intelectual severa.

El estudio cualitativo(2) realizado a través de entrevistas individuales semi-estructuradas, presenta las opiniones y actitudes de jóvenes delincuentes condenados por un delito y que han sido confinados en una institución de menores.
Abordan la estigmatización y discriminación, además de temas como los motivos del acto delictivo, identificación precoz y tratamiento preventivo, papel de los padres, tratamiento psicológico frente a los tratamientos psicofarmacológicos, etc. Los puntos de vista de los jóvenes son particularmente interesantes, como posible aplicación de los conocimientos científicos actuales y futuros, que se consideran más eficaces si se aplican en edad  temprana.
Basándose en las propias declaraciones de los jóvenes se llega a las siguientes conclusiones provisionales:

  • La preocupación sobre el ser “etiquetado” y la estigmatización son reconocidos compartidos por todos los participantes;
  • Reconocen posibles efectos sobre la propia identidad; sin embargo, no consideran como resultado del desarrollo de una identidad delictiva una posible base biológica de la conducta antisocial;
  • Les preocupa que su identidad quede dañada por el efecto de las intervenciones psicofarmacológicas;
  • Destacan el motivo de la elección, que incluso les proporciona una razón para preferir asumir la responsabilidad: protegen su sentido de dignidad.
  • Le dan una importancia especial al papel y posición de los padres y la relación padre-hijo en las familias en situación de riesgo.

Un estudio retrospectivo(3) comprueba cómo el TC y los problemas de conducta están relacionados con el género, la edad de inicio del consumo de drogas y el tipo de drogas utilizadas. Se realizó un test de asociación entre la presencia de comorbilidad y el género. La edad media de inicio del consumo de cada droga se comparó con edad media de la primera detención, del primer robo/hurto, y de la primera venta de drogas. Aproximadamente el 59% de los adolescentes había robado, el 38,6% había sido arrestado, el 32,3% tenían antecedentes de tráfico de drogas, el 24.1% tenían depresión, y el 9.6% tenían TC. La prevalencia de los problemas de conducta fue del 65,2%. El tabaco, alcohol, marihuana y cocaína fueron utilizados antes del primer robo y/o hurto, del primer tráfico de drogas y de la primera detención. El hecho de que la aparición del consumo de drogas precedió a los actos delictivos sugiere que estos últimos son la consecuencia del consumo de drogas, o tal vez, la consecuencia de la "invisibilidad social" (sensación de no pertenecer a nada ni a nadie) que sufren estos jóvenes.
La frecuencia de la comorbilidad con diagnósticos psiquiátricos entre los adolescentes drogodependientes fue inferior a la verificada en otros estudios.
El adolescente que no es capaz de destacar en actividades tales como deportes, estudio, y relaciones sociales puede intentar la identificación por medio de las drogas, de esta forma, resuelven la sensación inicial de "invisibilidad", pues estos adolescentes pertenecerían a partir de ese momento al "mundo de la droga", adquiriendo una función social, aunque sea negativa.
El “etiquetado” de estos jóvenes como adolescentes con TC puede derivarles a una realidad diferente, y les puede someter a un mayor aislamiento social y también a la estigmatización.

El SE de Uptodate(4) sobre el Trastorno de la Personalidad Antisocial (TPAS) en adultos señala que este se superpone, a nivel conceptual y de diagnostico, con el TC en la infancia y la adolescencia. El TC se diagnostica en niños y adolescentes por un patrón repetitivo y persistente de comportamiento que viola los derechos de los demás o de las normas o reglas sociales más importantes. Mientras que la mayoría de los niños con TC no desarrollan un TPAS de adultos, se estima que están en riesgo de hacerlo el 25% de las niñas y el 40 % de los niños. Cuanto más extensa es la variedad y la gravedad de la conducta antisocial durante la niñez, y cuanto antes es el inicio, mayor es la probabilidad de que el niño desarrolle un TPAS durante la edad adulta (y por lo tanto el riesgo de exclusión/estigmatización). La socialización durante la niñez/adolescencia puede estar asociada con el resultado posterior y la menor probabilidad de tener conductas antisociales.

Una revisión narrativa(5) sobre los factores de riesgo en la infancia que conducen al desarrollo de TC y TPAS indica que reconocer los primeros signos de los TC puede ser difícil, pero la identificación de los factores de riesgo es un paso importante en la prevención de la progresión del TC o de los TPAS. La revisión se centra en diversos factores de riesgo para el desarrollo del TC y de la TPAS, como: diferencias intrínsecas individuales, factores psicosociales/ambientales, factores genéticos y neuroquímicos. El reconocimiento y la intervención temprana pueden prevenir la progresión de las conductas agresivas y de mala adaptación del TC y posterior TPAS.
La revisión concluye que si bien es poco probable la erradicación de estos trastornos, la comprensión de los factores de riesgo y la influencia de la predisposición es el primer paso para facilitar el reconocimiento de los problemas de comportamiento, lo que permite intervenciones tempranas apropiadas en la infancia. La intervención temprana, antes de que se desarrollen patrones claros de conducta desviada, puede ser suficiente para evitar la progresión a la psicopatología antisocial permanente.

Referencias (5):

  1. Bigby C. Social inclusion and people with intellectual disability and challenging behaviour: a systematic review. J Intellect Dev Disabil. 2012 Dec;37(4):360-74. [DOI 10.3109/13668250.2012.721878] [Consulta: 09/11/2015]
  2. Horstkötter D, Berghmans R, Feron F, De Wert G. 'One can always say no.' enriching the bioethical debate on antisocial behaviour, neurobiology and prevention: views of juvenile delinquents. Bioethics. 2014 Jun;28(5):225-34. [DOI 10.1111/j.1467-8519.2012.01997.x] [Consulta: 09/11/2015]
  3. Morihisa RS, Barroso LP, Scivoletto S. Labeling disorder--the relationship between conduct problems and drug use in adolescents. Rev Bras Psiquiatr. 2007 Dec;29(4):308-14. [DOI 10.1590/s1516-44462006005000044] [Consulta: 09/11/2015]
  4. Donald W Black. Antisocial personality disorder: Epidemiology, clinical manifestations, course and diagnosis. This topic last updated: Dec 02, 2014. In: Uptodate, Andrew Skodol (Ed), upToDate,Waltham, MA, 2015.
  5. Holmes SE, Slaughter JR, Kashani J. Risk factors in childhood that lead to the development of conduct disorder and antisocial personality disorder. Child Psychiatry Hum Dev. 2001 Spring;31(3):183-93. [DOI 10.1023/a:1026425304480] [Consulta: 09/11/2015]

Estas referencias son del tipo:

  1. Información/ material de ayuda para pacientes: 0 referencia
  2. Sumario de evidencia: 1 referencia
  3. Cohortes, casos controles, serie de casos clínicos: 1 referencia
  4. Capítulo de libro: 0 referencia
  5. Guías de práctica clínica: 0 referencia
  6. Revisión narrativa: 1 referencia
  7. Ensayos clínicos: 0 referencia
  8. Metaanálisis y/o revisiones sistemáticas: 1 referencia
  9. Consenso de profesionales: 0 referencia
  10. Estudios cualitativos: 1 referencia

Más Información

Pregunta contestada por

Cita recomendada

Banco de Preguntas Preevid. Estigmatizaciòn (riesgo de exclusión) en niños con trastornos de la conducta. Murciasalud, 2015. Disponible en http://www.murciasalud.es/preevid/20785

Advertencia sobre la utilización de las respuestas

Las contestaciones a las preguntas formuladas, se elaboran con una finalidad exclusivamente formativa. Lo que se pretende, es contribuir con información al enriquecimiento y actualización del proceso deliberativo de los profesionales de la Medicina y de la Enfermería. Nunca deberán ser usadas como criterio único o fundamental para el establecimiento de un determinado diagnóstico o la adopción de una pauta terapéutica concreta.

De ningún modo se pretende sustituir, avalar o tutelar la responsabilidad del médico. Esta deriva de sus propias decisiones y sólo por él debe ser asumida, no pudiendo ser compartida por quienes sólo le han informado. La Consejería de Salud y el Servicio Murciano de Salud, rechazan a priori toda responsabilidad respecto de cualquier daño o perjuicio que se pueda imputar a la utilización total o parcial de la información aportada y que fue solicitada previamente por el profesional médico o de enfermería.

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