La búsqueda realizada no ha identificado información relativa al uso de contrastes yodados en pacientes con miastenia gravis (MG) ocular específicamente. No obstante, la revisión de los documentos consultados sugiere que, aunque la administración de contraste iodado no estaría contraindicada en un paciente con MG, en caso de utilizarlos sería preciso una supervisión cercana del paciente dado el riesgo de que estos agentes puedan desencadenar una exacerbación de los síntomas.
El sumario de evidencia (SE) de Uptodate sobre el tratamiento de la MG(1) explica que se ha comunicado la exacerbación de esta patología con muchos fármacos. Añade que aunque la relación causa-efecto no se haya establecido para la mayoría de ellos, en estos pacientes, deberían usarse con precaución. El sumario aporta un listado de fármacos que podrían empeorar la MG y, entre ellos, incluye los contrastes yodados en el grupo de aquellos que habitualmente son bien tolerados, pero que, ocasionalmente, se han asociado con una exacerbación.
Por su parte, el SE de Dynamed sobre la MG(2) incluye los contrastes yodados, por haberse comunicado casos de empeoramiento, en el listado de fármacos a evitar en los sujetos con esta patología.
También ofrece una relación de fármacos a evitar o usar con precaución en estos enfermos una guía de práctica clínica (GPC) internacional sobre el manejo de la MG(3). Señala que el hecho de que se hayan comunicado casos de empeoramiento tras su administración no necesariamente implica que nunca deban ser prescritos en estos pacientes, sino que es importante valorar la relación riesgo-beneficio cuando realmente su uso sea necesario. Aclara que estas notificaciones son poco frecuentes o no representan realmente una relación causal. Entre estos fármacos se encuentran los contrastes yodados; comenta de los mismos que en documentos antiguos se han comunicado empeoramientos de la debilidad en estos pacientes, pero los contrastes modernos parecen más seguros; aconseja que se usen con cautela y se vigile al enfermo por si empeora.
Según el documento de consenso del “American College of Radiology” sobre el uso de medios de contraste(4), existe controversia sobre si debería considerarse la MG como una contraindicación relativa para el uso de contrastes yodados. Indica que no está recomendado el uso de premedicación únicamente basado en la presencia de esta patología. Explica que la relación entre el uso de contrastes yodados intravenosos (IV) y la exacerbación de síntomas en pacientes con MG es cuestionable y son necesarios más estudios para poder hacer recomendaciones firmes: mientras un estudio retrospectivo no encontró un empeoramiento inmediato de síntomas tras la administración del contraste, otro* encontró exacerbación en las primeras 24 horas en el 6,3% (7/112) de los pacientes que recibieron contraste yodado no iónico IV frente a 0,6% (1/155) en aquellos sin contraste (p=0.01). Añade que dada la ausencia de una clara evidencia de esta asociación, solo unos pocos fabricantes continúan sugiriendo precaución con su uso en los pacientes con MG.
Se ha consultado además la ficha técnica(5) de uno de estos contrastes iodados comercializado en nuestro medio (iodixanol). Aunque no incluye la presencia de MG entre las contraindicaciones, en el apartado de advertencias y precauciones especiales de empleo menciona que “la administración de medios de contraste iodados puede agravar los síntomas de MG”.
También se han revisado las evaluaciones que de este mismo contraste (iodoxanol) hacen Lexicomp(6) y Micromedex(7):
- Lexicomp tampoco incluye la MG entre las contraindicaciones, pero (basándose en la GPC arriba referida) advierte que puede empeorar la MG y que se use con precaución y se monitorice al paciente por si empeora.
- Por contra, Micromedex no hace ningún tipo de mención a la MG.
Finalmente recogemos otro estudio de cohortes(8) (también retrospectivo, no mencionado anteriormente), en el que se comparó un grupo de pacientes con MG en los que se usó contraste yodado de baja osmolalidad para la realización de una tomografía computerizada frente a otro de enfermos de MG en los que la tomografía se realizó sin contraste: 9/73 (12,3%, grupo con contraste) frente a 2/52 (3,8%, sin contraste) pacientes presentaron un empeoramiento de sus síntomas miasténicos en los primeros 30 días (objetivo primario), aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa (p=0,12). Sin embargo la revisión del historial de todos estos pacientes mostró que el empeoramiento podría atribuirse más probablemente a otras causas diferentes del uso del contraste.
* También retrospectivo y con un pequeño número de eventos; buscó exacerbaciones surgidas hasta 45 días después de su administración.