Según la documentación revisada, la evidencia disponible sobre el riesgo-beneficio de la administración de corticoides para la maduración fetal a las mujeres en riesgo de cesárea en prematuridad tardía es escasa y no concluyente. Aunque las recomendaciones varían según la fuente consultada, se encuentra una tendencia a no recomendarlos.
En el sumario de evidencia (SE) de UpToDate sobre el uso de corticoides prenatales para la reducción de la morbilidad respiratoria y la mortalidad neonatales del parto pretérmino(1) se explica que, a diferencia de los embarazos de 23+0 a 33+6 semanas de gestación en los que existe consenso, en las gestaciones de 34 o más semanas existe controversia respecto al uso de los corticoides. Esta controversia se debería a la ausencia de beneficio en supervivencia, menor beneficio respiratorio y una mayor preocupación por los posibles riesgos a largo plazo: los posibles efectos neuropsiquiátricos a largo plazo podrían superar el beneficio a corto plazo que los corticoides tienen sobre la taquipnea transitoria del recién nacido (aunque podrían mantener al neonato fuera de la unidad de cuidados intensivos, se trata de un problema transitorio y tratable).
Sus autores, que manifiestan ser más cautos que algunas organizaciones científicas, en el caso de mujeres con cesárea programada a las ≥34 semanas en los siguientes 7 días, consideran que es mejor restringir el uso de corticoides a ensayos clínicos; no obstante, discuten con la mujer las evidencias disponibles sobre los posibles riesgos y beneficios para tomar una decisión compartida. Cuando se espera un parto vaginal a las ≥34 semanas, en los siguientes 7 días, sugieren que no se administren corticoides, no obstante, también discuten con la mujer los posibles riesgos y beneficios para tomar una decisión compartida. En pacientes de 34+0 a 36+6 semanas con bajo riesgo de parto en siete días consideran que los corticoides no deberían administrarse.
Respecto a la eficacia de esta intervención en el embarazo pretérmino tardío, el sumario comenta un ensayo clínico aleatorizado (ECA)(2) estadounidense, multicéntrico, de 2.831 gestantes de entre 34+0 y 36+5 semanas con alto riesgo de parto pretérmino tardío que fueron asignadas o no a betametasona (estudio ALPS). Fueron excluidas del ensayo las mujeres con gestaciones múltiples, las tratadas con betametasona antes de la semana 34, aquellas con diabetes y las que tenían una cesárea programada a partir de la semana 37. Sus principales hallazgos fueron:
- El resultado principal, compuesto (tratamiento respiratorio en las primeras 72 horas, mortinato y muerte neonatal en las 72 horas del nacimiento), ocurrió menos en el grupo de tratamiento (11,6 vs 14,4%, riesgo relativo [RR] 0,80 intervalo de confianza [IC] del 95% de 0,66 a 0,97), fundamentalmente a expensas de una disminución en el uso de presión positiva continua (CPAP) y cánula nasal de alto flujo. No hubo mortinatos ni muertes perinatales.
- Menor taquipnea transitoria del recién nacido con betametasona (6,7 vs 9,9%, RR 0,68, IC 95% 0,53-0,87).
- Tasas similares de ventilación mecánica y síndrome de distrés respiratorio.
- Hipoglucemia más frecuente con tratamiento (24 vs 15%, RR 1,60, IC 95% 1,37-1,87).
En relación a la cesárea, en un análisis secundario de este ECA(3) se observó que el riesgo de morbilidad respiratoria fue casi el doble en el grupo de cesárea programada que en el de parto vaginal planificado (RR ajustado 1,90; IC del 95 %: 1,55-2,33), y la reducción absoluta de riesgo fue de 3,5 puntos porcentuales (IC 95% de 5,7 a 1,3) en el grupo de cesárea y 1,6 (2,6-0,1) puntos porcentuales en el de parto vaginal. Así, el sumario plantea que el beneficio de los corticoides podría ser mayor en las mujeres en las que se espera una cesárea que en aquellas en las que se espera parto vaginal.
También menciona que otro ECA de 847 mujeres(4), realizado en un contexto sanitario diferente (India), no encontró diferencias en la necesidad de soporte respiratorio ni en la hipoglucemia asociado al uso de corticoides.
En cuanto a los posibles riesgos de los corticoides, el sumario destaca el riesgo de hipoglucemia, especialmente frecuente en recién nacidos a término y pretérmino tardíos, que podría asociarse con retrasos en el neurodesarrollo (aunque se necesitan más estudios). Respecto a la mortalidad neonatal, podrían no tener efecto con una adecuada selección de las pacientes y disponiendo de los recursos adecuados de cuidados neonatales; esto podría explicar la mayor mortalidad observada con el uso de corticoides en países en vías de desarrollo.
Según el SE de DynaMed sobre el parto pretérmino(5), entre las 35 semanas y las 36+6/7 podría considerarse un curso único de corticoides, tras una discusión de sus riesgos y beneficios, si estos no se han administrado previamente. Sin embargo, no aporta información específica sobre la cesárea.
Tampoco aporta recomendaciones específicas para la cesárea pretérmino tardía el SE de BMJ Best practice sobre el parto prematuro(6), que comenta que aunque la evidencia sugiere que en las gestaciones a término tardías los corticoides podrían reducir las complicaciones respiratorias, estos beneficios deberían sopesarse con los posibles efectos adversos.
Las recomendaciones* de las diversas organizaciones profesionales, algunas de ellas recogidas en los anteriores sumarios, tal como menciona UpToDate(1), no son unánimes. Y no siempre hacen referencia a la cesárea pretérmino tardía de manera concreta:
- El National Institute for Health and Care Excellence, en su guía de práctica clínica (GPC) sobre el parto pretérmino(7), indica que se considere el uso de corticides en mujeres entre 34+0 y 35+6 semanas de embarazo con sospecha, diagnóstico o confirmación de trabajo de parto prematuro, que tengan un parto prematuro planificado o rotura prematura de membranas.
- El Royal College of Obstetricians and Gynaecologists dispone de una GPC sobre los corticoides prenatales para reducir la morbimortalidad neonatal(8). En ella menciona que entre las semanas 35+0 y 36+6 el uso de corticoides posiblemente disminuya la necesidad de soporte respiratorio (número necesario para tratar [NNT] 33,3; IC 95% 21,5-76,9), pero también es probable que aumente la hipoglucemia neonatal (número necesario para dañar [NND] 11,1; IC 95% 8,8-14,7) y podría aumentar los diagnósticos psiquiátricos y del comportamiento si los niños nacen a término (NND 38,8; IC 95% 30,5–52,4). Como incertidumbres plantea que los daños a largo plazo, debido a la ausencia de estudios de farmacovigilancia, no se han llegado a probar; y añade que los beneficios parecen poco probables si el nacimiento se produce después de 7 días de la administración de los corticoides (aunque tampoco ha sido estudiado en estas semanas de gestación).
- Debido a que en el pretérmino tardío los beneficios respiratorios son a corto plazo y hay un aumento de riesgo de hipoglucemia, su recomendación es que “los clínicos y las mujeres deberían considerar el balance de riesgos y beneficios de los corticosteroides en mujeres en quienes se anticipa un parto prematuro inminente entre las 35+0 y las 36+6 semanas de gestación”.
- La GPC del American College of Obstetricians and Gynecologists(9) publicada en 2017 y ratificada en 2024 recomienda un curso único de betametasona en aquellas gestantes de entre 34 0/7 semanas y 36 6/7 semanas que no hayan recibido un ciclo previo de corticosteroides prenatales y presenten riesgo de parto prematuro en los siguientes 7 días.
- También estadounidense, la GPC de la Society for Maternal-Fetal Medicine(10):
- Recomienda ofrecer un ciclo único de corticoides prenatales (2 dosis de 12 mg de betametasona intramuscular con 24 horas de diferencia) a las pacientes que cumplan con los criterios de inclusión del ensayo clínico ALPS (gestación única entre las 34 0/7 y las 36 6/7 semanas con alto riesgo de parto prematuro en los siguientes 7 días y antes de las 37 semanas de gestación) (GRADE 1A).
- Sugiere considerar el uso de corticoides en poblaciones seleccionadas no incluidas en el ALPS (gestaciones múltiples reducidas a un embarazo único a partir de las 14 0/7 semanas de gestación, anomalías fetales o aquellas cuyo parto se espera en <12 horas) (GRADE 2C).
- Recomienda no usar corticoides para la maduración pulmonar fetal en gestantes con baja probabilidad de parto antes de las 37 semanas de gestación (GRADE 1B).
- Recomienda no usar corticoides en gestantes pretérmino tardías con diabetes mellitus pregestacional, dado el riesgo de empeoramiento de la hipoglucemia neonatal (GRADE 1C).
- Recomienda que las pacientes con riesgo de parto prematuro tardío reciban asesoramiento exhaustivo sobre los posibles riesgos y beneficios de la administración de corticosteroides prenatales y que se les informe que los riesgos a largo plazo siguen siendo inciertos (GRADE 1C).
- La GPC de la Society of Obstetricians and Gynaecologists of Canada(11) afirma que la administración de corticoides en el embarazo pretérmino tardío (de las 34+0 a las 36+6 semanas) disminuye el riesgo de morbilidad respiratoria neonatal pero aumenta el de hipoglucemia (evidencia alta) y que su impacto en el neurodesarrollo y otros efectos a largo plazo sigue siendo incierto (evidencia baja). Recomienda que en las gestantes con riesgo de parto entre las 34+0 y las 36+6 semanas se considere el uso de corticosteroides prenatales tras una discusión sobre los daños y beneficios absolutos específicos de la semana de gestación (recomendación fuerte, evidencia moderada).
- Una GPC australiana(12) recomienda considerar el uso de corticoides entre las semanas 35+0 y 39+0 si está indicada una cesárea programada o se sospecha inmadurez pulmonar fetal. Y recomienda que se evalúe con precaución a las gestantes pretérmino avanzadas, discutiendo los riesgos y beneficios.
- La Organización Mundial de la Salud(13) recomienda que no se usen los corticoides para las cesáreas programadas entre las semanas 34+0 y 36+6.
- La International Federation of Gynecology and Obstetrics(14) considera que no deberían ofrecerse corticoides de forma rutinaria a aquellas mujeres en las que se prevé un parto entre las 34 y 36 semanas, sino que debería, a la luz de los riesgos-beneficios, considerarse su uso de manera individual en cada mujer.
- La World Association of Perinatal Medicine y la Perinatal Medicine Foundation(15), debido a la incertidumbre entre el beneficio-riesgo, recomiendan que no se usen corticoides de forma rutinaria entre las 34+0 y las 36+6 semanas de gestación en mujeres con alto riesgo de parto prematuro en los siete días siguientes.
Finalmente comentar una revisión sistemática(16) que evaluó la eficacia de los corticoides prenatales en gestantes con diabetes (gestacional o pregestacional) en riesgo de parto pretérmino inminente, corioamnionitis, restricción del crecimiento fetal o cesárea pretérmino tardía programada. Se buscaron ECA y estudios no aleatorizados el 06/06/2021. Todos los estudios seleccionados se llevaron a cabo en países desarrollados. Se seleccionaron 3 estudios que evaluaron los corticoides en la cesárea programada pretérmino tardía (2 observacionales y un ECA(2)); la certeza sobre los resultados evaluados fue muy baja y no fue concluyente.


