En base a la documentación consultada, se considera que no existe evidencia suficiente que respalde la efectividad de la estimulación eléctrica (EE) en pacientes con incontinencia urinaria (IU) tras una prostatectomía.
La guía de práctica clínica (GPC) de la European Association of Urology, sobre la IU en hombres(1), hace una recomendación débil* sobre ofrecer entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP), solo o en combinación con biorretroalimentación o EE, a los hombres sometidos a prostatectomía radical para acelerar la recuperación de la IU.
Esta recomendación se fundamenta en un ensayo clínico aleatorizado (ECA) en el que se utilizó EE superficial o intraanal(2) cuyos resultados mostraron una reducción significativa de la IU y una mejora en la calidad de vida, sin diferencias relevantes entre los grupos de tratamiento. También se basa en una revisión sistemática (RS) Cochrane(3), la cual concluyó que la EE potencia el efecto del EMSP a corto plazo, pero no más allá de seis meses. Además, se observó que la EE fue más eficaz que la estimulación simulada a los seis meses, pero no a los doce. Sin embargo, los autores advierten que se reportaron más efectos adversos, como dolor y molestias, asociados a la EE.
Por otra parte, la actualización de la GPC conjunta de la American Urological Association (AUA), the Society of Genitourinary Reconstructive Surgeons (GURS), and the Society of Urodynamics, Female Pelvic Medicine & Urogenital Reconstruction (SUFU) acerca de la IU después del tratamiento de la próstata(4), publicada en octubre de 2024, no contempla la EE como tratamiento para la IU postprostatectomía.
El Sumario de Evidencia (SE) de Uptodate, sobre IU en hombres(5), señala que los resultados de RS, metaanálisis y ECA, varían respecto al beneficio de las terapias no farmacológicas (como EMSP o biorretroalimentación ya sea preoperatoria o postoperatoria) para la IU posquirúrgica. No obstante, los autores destacan un ECA(6) realizado en pacientes con IU de más de un año de duración después de una prostatectomía radical. Los pacientes que recibieron ocho semanas de terapia conductual sola (EMSP y estrategias de control vesical) o terapia conductual más biorretroalimentación y EE del suelo pélvico presentaron una reducción del 55 % y el 51 %, respectivamente, en el número de episodios de IU, en comparación con una reducción del 24 % en los asignados solo a observación.
El SE de Dynamed, que trata sobre los tipos de IU en los hombres(7), considera la EE como complemento al EMSP en casos de IU de urgencia, mientras que el SE sobre cirugía y otros procedimientos en IU(8) no incluye la EE.
Por su parte, el SE de BMJ Best Practice, en el contexto del cáncer de próstata(9), explica que la IU posquirúrgica suele mejorar con el tiempo y la mayoría de los hombres logran la continencia en el plazo de un año. Refieren los autores que es escasa la evidencia de calidad que respalda tratamientos conservadores como EMSP, EE, estimulación magnética o modificaciones del estilo de vida. Este SE incluye como referencias las GPC mencionadas(1,2) así como una RS Cochrane publicada en 2023, sobre las intervenciones conservadoras para el manejo de la IU después de la cirugía de próstata(10), la cual afirma que, pese a los 25 ensayos disponibles, el valor de las intervenciones conservadoras -individuales o combinadas- sigue siendo incierto. Señala que estos estudios tienden a ser pequeños y presentan fallos metodológicos; además, los eventos adversos suelen documentarse de forma limitada o incompleta. En consecuencia, consideran los autores que se requieren ECAs de alta calidad, con suficiente tamaño muestral y sólida metodología para abordar adecuadamente este tema.
Finalmente, en una revisión paraguas de metanálisis y revisiones sistemáticas, sobre el EMSP para la IU tras prostatectomía radical(11), que incluyó 18 estudios (con 29.925 pacientes), todos ellos de calidad metodológica extremadamente baja, los autores concluyeron que el EMSP tiene un efecto positivo en la recuperación de la IU y la biorretroalimentación puede ofrecer beneficios adicionales a corto y medio plazo. No obstante, no se encontró evidencia suficiente que indicase que la EE sea útil en estos pacientes.
*Consultar grado de recomendación en texto original.


