Tras la búsqueda realizada en los recursos habitualmente consultados por este servicio no encontramos información sobre la necesidad de adoptar alguna precaución en relación a la actividad física (o en cuanto a la indicación de reposo) en pacientes con desprendimiento de vítreo (DV) sin afectación retiniana (desgarro o desprendimiento).
En general, los documentos revisados (se seleccionan los de más reciente publicación) coinciden en que, ante un DV sin afectación retiniana no sería necesario adoptar algún tipo de medida terapéutica salvo observar la evolución, tranquilizar al paciente y informar sobre los síntomas de alarma (cuya presencia requeriría atención oftalmológica inmediata ante la sospecha de desgarro o desprendimiento de retina [DR]).
La actualización de la guía de práctica clínica sobre DV posterior (DVP), roturas de retina y degeneración reticular de la American Academy of Ophthalmology, publicada en abril de 2025(1), expone:
- Los pacientes con DVP agudo sin desgarros retinianos tienen una pequeña probabilidad (~2%) de desarrollar desgarros retinianos en las semanas posteriores.
- En pacientes con DVP asintomático: A menos que presenten síntomas, no se considera necesario revisión, salvo en el contexto del seguimiento rutinario de la salud visual de un paciente.
- En pacientes con DVP sintomático sin desgarros retinianos ni características de alto riesgo: Se propone revisión a las 4-6 semanas o de inmediato si presentan nuevos síntomas (destellos, miodesopsias, pérdida del campo visual periférico o disminución de la agudeza visual).
- En pacientes con DVP sintomática sin desgarro retiniano, pero con hemorragia vítrea o retiniana: Se propone revisión en 1-2 semanas según la gravedad de la hemorragia retiniana; en caso de hemorragia vítrea, revisión semanal hasta su resolución.
Explica la guía que los síntomas de DVP (destellos [fotopsias] y miodesopsias) suelen disminuir con el tiempo, a veces requiriendo varios meses, y que se debería tranquilizar al paciente informando sobre los síntomas de DR regmatógeno (DRR). Sin embargo, añade que, incluso en ausencia de desgarros o desprendimientos de retina, las miodesopsias o los síntomas visuales relacionados con ellas pueden tener un relevante impacto en la calidad de vida relacionada con la visión de algunos pacientes. Se propone la vitrectomía pars plana (VPP) como opción terapéutica de elección si las miodesopsias sintomáticas persisten después de varios meses.
En la guía no se hace referencia a alguna precaución a adoptar en relación a la actividad física o el deporte en el paciente con DVP.
El sumario de evidencia de UpToDate sobre el DR(2) hace mención al manejo del DVP comentando que en ausencia de desgarro o DR, no se requiere tratamiento, pero se requiere un seguimiento estrecho en un plazo de cuatro a seis semanas, ya que la evolución del DVP puede provocar nuevos desgarros retinianos. Destaca, además, que es fundamental que los pacientes diagnosticados con DVP reciban instrucciones específicas para su regreso si experimentan un aumento de miodesopsias o destellos, o si presentan pérdida del campo visual.
Ni en este sumario de evidencia ni en los de DynaMed(3) o BMJ Best Practice(4) sobre el DR encontramos referencia a restricción o adecuación de la actividad física en pacientes con DVP con objeto de prevenir un posterior DRR.
Tampoco en una revisión narrativa de 2024 sobre las miodesopsias vítreas se alude a la actividad física(5). Sus autores sostienen que la observación es la opción inicial preferida para todos los pacientes cuya agudeza visual no se ve afectada por las miodesopsias. Indican que, con el tiempo, los síntomas pueden mejorar a medida que las miodesopsias se asientan por debajo del eje visual, debido a una mayor licuefacción, o cuando ocurre habituación. En pacientes con miodesopsias graves, con afectación de la agudez visual, o persistentes, plantean igualmente que la VPP sería la intervención más eficaz.
Las búsquedas en las bases de datos de estudios no identifican estudios sobre el efecto del ejercicio, el deporte, o la actividad física en general, en la evolución o el pronóstico de un DVP.


