De la revisión de la escasa documentación científica encontrada, extraemos que los potenciales efectos adversos que podrían incumbir al feto (en relación a la asistencia a balnearios por parte de la madre en el primer trimestre de embarazo), se derivan de la participación de actividades como sauna, jacuzzis… que implican la exposición a altas temperaturas. Estas altas temperaturas pueden provocar hipertermia en la madre, que al inicio del embarazo se asocia con un mayor riesgo de defectos del tubo neural (DTN) y otras anomalías del desarrollo fetal.
De los sumarios de evidencia revisados, sólamente uno de UpToDate sobre los DTN durante el embarazo(1), explica que, la elevación de la temperatura central materna debido a una enfermedad febril u otra fuente (p. ej., jacuzzi, sauna) en el primer trimestre puede estar asociada con un mayor riesgo de anomalías congénitas, especialmente DTN. Describe que los datos del estudio nacional de prevención de defectos congénitos de casi 35.000 embarazos respaldan un aumento en la incidencia de DTN, así como de otras anomalías congénitas, cuando la exposición a causas no infecciosas de hipertermia ocurre durante la periconcepción(2).
Además, se ha localizado una revisión sistemática con metanálisis publicada en el año 2005 acerca de la hipertermia materna y el riesgo de DTN fetal(3). Se incluyeron 15 estudios, 9 estudios de casos y controles, con un total de 1.601 casos de DTN y 5.149 controles: la odd ratio (OR) general fue 1,93 (intervalo de confianza[IC] del 95% = 1,53–2,42) para los DTN asociados con la exposición a hipertermia materna). Hubo 6 estudios de cohorte prospectivos que informaron sobre 8.798 bebés expuestos y 24.069 bebés no expuestos, lo que produjo un riesgo relativo (RR) general de 1,95 (IC = 1,30 –2,92). Cuando se combinaron, la OR general de los 15 estudios fue 1,92 (IC = 1,61–2,29). Los autores concluyeron que, la hipertermia materna al comienzo del embarazo se asocia con un mayor riesgo de DTN y puede ser un teratógeno humano.
En nuestro contexto sanitario, la guía para la prevención de defectos congénitos(4) publicada por el Ministerio de Sanidad y Consumo en 2006, indica que, la hipertermia materna es un teratógeno reconocido en los animales de laboratorio, por lo que también se sospecha que pueda serlo en los humanos. La mayoría de los datos se refieren a elevaciones de la temperatura corporal por fiebre de 38,9º C o más durante varios días, aunque otros se refieren a fuentes de calor externas como saunas. Los efectos más frecuentemente relacionados con la hipertermia son: incremento de abortos espontáneos, malformaciones del sistema nervioso central incluyendo el DTN, malformaciones cardiacas y partos prematuros, y por tanto, se recomienda “evitar todas aquellas fuentes de calor que puedan aumentar la temperatura corporal como sauna, cámaras de bronceado, exposición prolongada al sol etc.”
La guía de práctica clínica sobre la actividad física durante el embarazo(5), publicada en 2023, menciona, en cuanto a las condiciones ambientales de la práctica física, que se debe tener especial precaución con las elevadas temperaturas ambientales o ambientes muy húmedos con el objeto de evitar cuadros de hipertermia (temperatura corporal superior a 38º C).
Asímismo, en el documento de información y consejos para las embarazadas de SaludMadrid(6), refiere que está contraindicado tanto la intensidad de ejercicio como el medio en que se practique (ambiente húmedo y caluroso), que provoquen hipertermia en la embarazada (temperatura superior a 38ºC).
Por último, añadir que en el programa formativo de la Especialidad de Enfermería Obstétrico Ginecológica (Matrona)(7) publicado por el Ministerio de Sanidad en 2017, menciona que cuando una mujer intenta concebir un bebé, debe evitar tomar baños calientes y exposición al calor, tipo sauna, ya que las temperaturas elevadas del cuerpo durante el comienzo del embarazo pueden aumentar el riesgo de que el bebé tenga algún DTN.


