De la bibliografía revisada se extrae que, la primera línea de seguridad para la prevención en el contagio de infecciones (aparte de las medidas estándar de precaución en los aislamientos) es el uso de habitaciones individuales. Ahora bien, cuando esa medida no es factible por sobrecarga hospitalaria, se acepta de manera unánime el agrupamiento por cohortes del mismo tipo de aislamiento y del mismo tipo de agente patógeno, y además que no sea una sospecha, sino que todos los componentes de la cohorte tengan un diagnóstico confirmado. Solamente en dos guías de práctica clínica (GPC), se observa el caso muy excepcional de agrupar dos enfermos con distinto tipo de aislamiento, o enfermos con distinto patógeno; en estos casos se tomarán medidas excepcionales (aumento de distancia entre las camas y cortina de separación).
Esta información se respalda en la información que aportan los sumarios de evidencia (SE) de Uptodate(1-4), Dinamed(5) y BMJ Best Practice(6,7), y en varias GPC sobre precauciones en aislamientos:
- La GPC del Comité Asesor de Prácticas de Control de Infecciones en la Atención Sanitaria (HICPAC, por sus siglas en inglés)(8),
- Otra de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)(9). En esta GPC se menciona que si hay que agrupar en una misma habitación a pacientes con el mismo tipo de aislamiento (por gotas) pero con infecciones generadas por distintos patógenos, se tendrá en cuenta las siguientes recomendaciones*:
- No ubicar en la misma habitación a pacientes que tengan un mayor riesgo de resultados adversos por infección o facilitación de la transmisión, como aquellos con inmunodepresión o con una estancia prolongada.
- Ubicar a los pacientes a más de 90 cm de distancia y colocar una cortina de privacidad entre las camas.
- La GPC australiana para la prevención y el control de infecciones en la atención sanitaria, actualizada en 2024(10), además añade que, si es necesario colocar a un paciente que requiere precauciones de contacto en una habitación con un paciente no infectado ni colonizado:
- Evitar colocar a estos pacientes con otros, en los que se prevea más complicaciones en caso de cotagio (por ejemplo, pacientes inmunodeprimidos, con heridas abiertas o con estancias hospitalarias prolongadas previstas).
- Los profesionales sanitarios deberían cambiar el equipo de protección y realizar la higiene de manos entre cada contacto con pacientes en la misma habitación, independientemente de si uno o ambos pacientes reciben los cuidados correspondientes al aislamiento de contacto.
- La GPC sobre aislamiento y cohortes del servicio nacional escocés(11), incide en que la agrupación de pacientes en cohortes debería combinarse con otras medidas de prevención y control de infecciones, como la higiene de manos, el uso de equipo de protección de infecciones y la descontaminación ambiental.
Únicamente, un consenso de profesionales canadienses sobre recomendaciones para la agrupación de pacientes hospitalizados con precauciones adicionales en cuidados agudos(12), especifica que los pacientes con aislamiento aéreo (tuberculosis, varicela, herpes zóster diseminado y sarampión) siempre deben estar en una habitación individual con baño propio, presión negativa y con la puerta cerrada en todo momento y no deben ser agrupados.
*Consultar grado de recomendación en texto original.


