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Medidas para aumentar la eliminación del tóxico

Aplicaciones de la toxicocinética al tratamiento de la intoxicación aguda

De forma urgente son pocos los tóxicos de los que podemos disponer de información acerca de la evolución de sus concentraciones en sangre, plasma y/o orina; sin embargo, cuando ello es posible, el análisis de estas concentraciones permite conocer su comportamiento cinético y puede facilitar el tratamiento del paciente intoxicado. En la mayoría de los hospitales no se dispone de la información cinética en el momento de tratar al paciente, pero si conocemos el tóxico responsable de la intoxicación, es posible encontrar en la bibliografía, la información correspondiente a su comportamiento toxicocinético, lo que nos puede ayudar a decidir si es apropiado iniciar un tratamiento con una técnica que facilite su eliminación, cuándo y durante cuánto tiempo debe mantenerse este tratamiento. Idealmente y si disponemos del control de las concentraciones plasmáticas y/o urinarias, podemos controlar la eficacia de las medidas terapéuticas utilizadas.

Absorción. La capacidad de predecir la magnitud y la velocidad del proceso de absorción permitirá seleccionar de manera más eficiente las medidas de descontaminación gastrointestinal. Cuando la absorción oral está enlentecida por efectos del propio tóxico (por ejemplo, fármacos con acción anticolinérgica) se debe tener en cuenta que la emesis, el lavado gástrico, la irrigación intestinal o la catarsis están indicados durante un tiempo más prolongado y que la administración de carbón activado puede ser efectiva incluso hasta 12 horas tras la ingesta del tóxico.

Distribución. Es importante conocer el tiempo que requiere un tóxico para distribuirse por el organismo para no interpretar erróneamente las concentraciones plasmáticas. Los valores plasmáticos determinados antes de finalizar la fase de distribución aparente (Vd) no se correlacionan con los valores del compartimiento periférico, donde muchos tóxicos ejercen su acción (figura 14). Si se realiza una extracción para determinar la concentración plasmática del tóxico durante la fase de distribución, en caso de que ésta sea prolongada, como en la digoxina, el resultado puede estar falsamente elevado y no reflejar la cantidad de fármaco que se encuentra en la zona periférica. La incorrecta interpretación de este resultado puede llevar a la utilización del antídoto -en este caso se podría administrar al paciente anticuerpos Fab antidigital- que podría no ser necesario y, además, comportar un riesgo elevado de reacción anafiláctica.

Conocer el Vd de un tóxico (en L/Kg) es muy importante por los cálculos farmacocinéticos que podemos realizar a partir del mismo (cantidad del mismo presente en el organismo y concentración plasmática máxima), que facilitan la toma de decisiones respecto al tratamiento, relacionado con el riesgo que supone la intoxicación al paciente.

  1. A partir del Vd (en L/Kg) de un tóxico y de la concentración plasmática (después de finalizada la fase de distribución) es posible estimar la cantidad del mismo presente en el organismo.
    • Cantidad biodisponible de un tóxico

      [tóxico] x (Vd en L/Kg) x (Peso del paciente en Kg)
  2. A partir del Vd (L/kg) y la dosis ingerida (Q), es posible estimar la concentración plasmática máxima (c) que se obtendrá una vez finalizada la fase de distribución.

Además, respecto al Vd, se debe tener en cuenta que:

  1. Algunos antídotos pueden modificarlo: por ejemplo, el de la digoxina disminuye por acción de los anticuerpos Fab.
  2. Las medidas de depuración extrarrenal presentarán una efectividad muy limitada en el tratamiento de intoxicaciones con fármacos cuyo Vd sea elevado.

Eliminación. El aclaramiento (Cl) es el parámetro farmacocinético más importante para evaluar la capacidad de eliminación de una sustancia en el paciente intoxicado: Cl total= Cl renal + Cl hepático + Cl por intervenciones terapéuticas.

  • Aclaramiento renal (clearance en mL por minuto):

    (mL de orina por minuto) x (concentración urinaria del tóxico)

    (concentración en sangre del tóxico, expresada en las mismas unidades que la concentración urinaria)

La semivida de eliminación permite estimar el tiempo requerido para eliminar el fármaco del organismo. Cuando un tóxico se elimina por metabolismo hepático se debe tener en cuenta que puede producirse su eliminación no lineal por saturación del metabolismo (difenilhidantoína, salicilatos, teofilina). Si añadimos un antídoto, o cualquier otra medida terapéutica, deberá mantenerse durante más tiempo. La administración de carbón activado puede romper la circulación enterohepática y favorecer la eliminación de algunos fármacos; el cálculo de la semivida de eliminación o del aclaramiento plasmático permitirá valorar la eficiencia de esta medida.