El ozono puede causar la irritación de las mucosas que se manifiesta por los ojos que escuecen o por la garganta que rasca, una opresión del pecho y dolores al respirar profundamente.
Al irritar el sistema respiratorio, causa en principio tos, y se siente una irritación en la garganta y/o se experimenta una incomoda sensación en el pecho.
El ozono puede producir una reducción significativa y reversible de la función pulmonar, y hacer mas difícil la respiración profunda y vigorosa que normalmente. Cuando esto sucede, se siente que la respiración comienza a hacerse incomoda. Si se realizan ejercicios o trabajos en el exterior, se puede sentir la respiración más rápida y menos profunda de lo normal.
El ozono puede agravar el asma. Cuando los niveles de ozono son altos, más personas con asma pueden tener ataques que requieran atención médica o el uso de una medicación adicional. Una razón de estos hechos es que el ozono hace a las personas más sensibles a los alergenos (polvo fino respirable, polen, ácaros, pelos de animales domésticos, etc.), que son los generadores más comunes de los ataques de asma. También, los asmáticos son mas severamente afectados por la reducción de la función pulmonar y la irritación que el ozono produce en el sistema respiratorio.
El ozono puede inflamar y dañar las células que cubren las vías respiratorias y los pulmones. Al cabo de algunos días, las células dañadas son reemplazadas y las viejas células son mudadas de la misma forma que la piel después de una quemadura.
El ozono puede agravar las enfermedades crónicas del pulmón tales como el enfisema y la bronquitis y reducir la capacidad del sistema inmunitario para combatir las infecciones bacterianas en el sistema respiratorio.
El ozono puede causar daños permanentes en los pulmones. Repetidos daños a corto plazo en niños desarrollan pulmones con la función pulmonar reducida en la edad adulta. En los adultos, la exposición al ozono puede acelerar el natural declive de la función pulmonar que ocurre como parte normal en el proceso de envejecimiento.
El ozono puede causar un menor rendimiento físico
Estos efectos están influenciados esencialmente por:
Varios grupos de personas son particularmente sensibles al ozono, especialmente cuando realizan actividades al aire libre, ya que la actividad física provoca el respirar más rápidamente y más profundamente.
Los niños activos son un grupo de alto riesgo, son el grupo de riesgo mayor a la exposición al ozono, porque pasa normalmente la mayor parte del verano jugando al aire libre. Los niños también tiene mas probabilidad de tener asma, que puede ser agravada por la exposición al ozono.
Los adultos activos de todas las edades que hacen deporte o trabajos fuertes al aire libre presentan una exposición al ozono mayor que la gente menos activa.
Las personas con asma u otras enfermedades respiratorias que hacen los pulmones más vulnerables a los efectos del ozono generalmente experimentaran síntomas más pronto y a niveles más bajos de ozono que individuos menos sensibles.
Individuos con susceptibilidad inusual al ozono. Los científicos desconocen su causa, pero algunas personas sanas pueden experimentar efectos en su salud a moderada actividad física en el exterior o a bajas concentraciones de ozono.
En general, cuando las concentraciones de ozono aumentan, más y mas gente experimenta efectos en su salud, y los efectos son cada vez más importantes y mas personas son tratadas en el hospital por problemas respiratorios. Cuando los niveles de ozono son muy altos, cada individuo debe preocuparse de su exposición al ozono.
Una recomendación general de no salir en caso de altas concentraciones de ozono no esta justificada.
A los niños no se les debe impedir jugar, ni permanecer encerrados, aun siendo cierto que hay generalmente menos ozono dentro de los locales que en el exterior.
Los efectos indeseables se dan preferentemente en exposiciones a altas concentraciones de ozono y realizando una actividad física con un consumo metabólico alto o muy alto. Si se realiza una actividad que requiere un esfuerzo pesado, se puede reducir el tiempo que se dedica a esta actividad o bien sustituirla por otra que requiera un esfuerzo más moderado (ejemplo: caminar en vez de correr). Por otra parte se pueden organizar las actividades al aire libre cuando los niveles de ozono son más bajos, normalmente por la mañana o al oscurecer.
Los ejemplos de actividades que implican un esfuerzo moderado son: subir escaleras, jugar al tenis o béisbol, trabajos moderados de jardinería o construcción, y actividad ligera al correr, montar en bicicleta o excursionismo.
Las actividades que implican un esfuerzo pesado son: baloncesto, fútbol, cortar leña, trabajo manual pesado, y una fuerte actividad al correr, montar en bicicleta o excursionismo.
Los niveles de aptitud varían grandemente entre individuos, un esfuerzo moderado para una persona puede ser un esfuerzo pesado para otra. No importa el estado de forma física, reduciendo la duración o el nivel de actividad física cuando las concentraciones de ozono sean altas ayuda a protegerse de los efectos perjudiciales.
Las personas que experimentan frecuentemente accesos deberían consultar un medico con el fin de identificar con precisión las causas de estos síntomas.
Los daños por el ozono también pueden aparecer sin ningún síntoma sensible. Las personas que viven en áreas donde los niveles de ozono son frecuentemente altos se puede encontrar que sus síntomas iniciales se manifiestan con el tiempo, particularmente cuando la exposición a altos niveles de ozono continúa durante varios días. El ozono continua dañando el pulmón incluso cuando han desaparecido los síntomas. La mejor manera de proteger la salud es estar informado cuando los niveles de ozono se elevan en donde se reside y tomar precauciones sencillas para reducir al mínimo la exposición, incluso cuando no se tengan síntomas manifiestos.
Si, las actividades deportivas son posibles hasta que los valores de ozono son altos. Por el contrario, esta desaconsejado hacer deporte a las horas de máximo calor en la jornada, momento en el cual se da la máxima concentración de ozono. Los profesores de deporte o los entrenadores no deben exigir limites físicos, ni programar actos deportivos a estas horas, si no en la mañana o al atardecer-noche.
Los médicos recomiendan siempre a las personas que reaccionan desfavorablemente en presencia de ozono, practicar el menor deporte posible en el mediodía o por la tarde. De igual forma, los niños sensibles no deberían realizar demasiados esfuerzos cuando haya demasiado calor por la tarde. Es totalmente imposible realizar recomendaciones generales pues las reacciones de sensibilidad de los individuos son muy grandes.
En efecto, los muy niños sufren particularmente de la mala calidad del aire y otros factores medioambientales, pues sus pulmones esta aun en desarrollo hasta la edad de cinco años y son también menos resistentes que los adultos frente a los contaminantes: Es por ello, por lo que los muy niños son claramente afectados por las enfermedades inflamatorias de las vías respiratorias.
El ozono puede provocar una perturbación de la función pulmonar así como una disminución del intercambio gaseoso. Esto puede provocar efectos negativos para el estado de los pacientes que sufren otras enfermedades, como las enfermedades cardio-vasculares.
Las inflamaciones de las vías respiratorias ligadas al ozono se producen de una forma general, en todas las personas, mas marcadas en los asmáticos que en las personas de buena salud.
Los efectos amplificadores de otros agentes irritantes (otros contaminantes tales como el polvo fino respirable, así como el polen o los ácaros) pueden ser particularmente problemáticos para las personas que sufren asma. Las personas asmáticas, que no son tratada con antiinflamatorios, experimentan mas fuertemente y mas síntomas que las personas que son tratadas.
Las concentraciones elevadas de ozono pueden afectar la función pulmonar (la capacidad y el volumen expirado forzado) de los niños y de las personas sensibles. Estudios realizados en niños presentan reacciones que experimentan disminuciones de hasta un 30% de su función pulmonar realizando un ejercicio físico moderado con concentraciones de ozono de menos de 160µg/m3.
Se conoce poco de los efectos inflamatorios del ozono en las personas mayores. A veces, parece que las personas de mayor edad tienen reacciones menos fuertes en la función pulmonar que los jóvenes. Una explicación podría provenir del hecho que las personas mayores están menos en el exterior y que además tiene en general menos actividad física a pleno aire.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado un estudio sobre las consecuencias de las concentraciones elevadas de ozono y de polvo (PM) sobre el ser humano (OMS 2004), Se basa en los estudios realizados en 15 ciudades de Europa en relación con el efecto del ozono sobre la mortalidad, los expertos de la OMS llegan a la conclusión de que las muertes aumentan alrededor de un 0,3% durante los mese de verano cuando los valores máximos aumentan 10µg/m3 de media en 8 horas. Este aumento de defunciones es imputable al ozono. A veces, un aumento de las concentraciones de partículas finas (PM 10 y/o PM 2,5) o de NO2 puede agravar los efectos del ozono.
La OMS también ha examinado los efectos del ozono en las hospitalizaciones. La evaluación de los estudios efectuados en Europa indica que los casos de hospitalización en relación con las dificultades respiratorias aumentan el 0,1% para las personas de 15- 65 años y de aproximadamente un 0,5% en las personas de mas edad, en el caso de una elevación de 10 µg/m3 de los valores medios en 8 horas.
| Aumento de las concentraciones de ozono de media en 8 horas(µg/m3) | Aumento del número total de defunciones (%) | Aumento del número de casos de hospitalización en razón de las dificultades respiratorias (%) |
|---|---|---|
| 10 | 0,3 | 0,1 - 0,5 |
| 50 | 0,5 | 0,5 - 2,5 |
| 100 | 3 | 1 - 5 |
Tabla: Aumento del numero total de defunciones (con la exclusión de los accidentes) y de los casos de hospitalización en razón de las dificultades respiratorias en las personas de mas de 14 años a concentraciones crecientes de ozono (rango de concentraciones de 80 a 240 µg/m3) en Europa.
Estas recomendaciones han sido seleccionadas de las paginas web de la Swiss Expert Commission for Air Higiene
y de la EPA de Estados Unidos.