En la revisión realizada se han identificado varios casos de sialoadenitis relacionados con el uso de ventilación mecánica no invasiva (tanto con presión positiva continua [CPAP] como binivel [BiPAP]). Aunque en todos ellos la afectación es parotídea, algunos de los mecanismos subyacentes podrían afectar también a otras glándulas salivales.
El sumario de evidencia de UpToDate sobre la hinchazón de las glándulas salivares(1) hace referencia a la “neumoparotiditis”. En el apartado dedicado a etiologías poco frecuentes, dentro de las causas obstructivas, explica que puede producirse sialoadenitis cuando se fuerza la entrada de aire en el conducto de la glándula salival (denominada neumoparotiditis cuando afecta a la parótida). Comenta que se han descrito casos asociados a uso de ventilación con presión positiva y actividades que causan un aumento de la presión intraoral, como tocar instrumentos de viento, soplar vidrio, hacer ejercicio y comportamientos asociados con anomalías psiquiátricas. El sumario destaca varios aspectos de la neumoparotidis:
- Aunque se trata típicamente de un proceso agudo que solo dura mientras existe el factor precipitante, si el factor es crónico o recurrente pueden originarse cambios ductales que podrían llevar a obstrucción crónica o recurrente pudiendo originar infección crónica e inflamación.
- La saliva drenada puede aparecer “burbujeante”.
- En la ecografía puede identificarse aire en la glándula y los conductos.
En el caso concreto de la CPAP, señala que la obstrucción debería resolverse a las pocas horas de la discontinuación de la ventilación y también al pasar de la CPAP oronasal a una CPAP nasal. Sin embargo, podría quedar aire retenido durante más tiempo y la sialodenitis tardaría más en resolverse (incluso varios días o más).
Una revisión sistemática, sobre las complicaciones inusuales de la ventilación mecánica no invasiva y las cánulas nasales de alto flujo(2), que realizó la búsqueda hasta noviembre de 2019, menciona la parotiditis entre dichas complicaciones. Entre los casos recogidos en la revisión los hay relacionados con el uso de CPAP y con el uso de BiPAP. Explica que la presión positiva transmitida a la cavidad oral origina un flujo de aire retrógrado y la obstrucción de los conductos de Stenon y añade que una mascarilla oronasal también puede comprimir dichos conductos de manera extrínseca.
Otra revisión, panorámica en este caso, sobre neumoparotiditis y presencia de gas en la parótida(3), encuentra que el uso de CPAP es la causa de 3 de los 54 casos identificados en la revisión (no se recoge ningún caso con BiPAP).
Además de los casos incluidos en los anteriores documentos, hemos identificado otros reportes de casos de sialoadenitis relacionados con el uso de ventilación mecánica no invasiva(4-7). En todos ellos la glándula afectada fue la parótida. Los diferentes mecanismos que postulan los autores de estos documentos son:
- La compresión externa de la glándula y el conducto de Stenon por las mascarillas o sus sujeciones.
- Una etiología isquémica podría resultar de una alteración del flujo arterial o venoso debido a la compresión relacionada con la mascarilla.
- El flujo de aire retrógrado y el aumento de la presión positiva en la cavidad oral pueden impedir el drenaje salival normal.


