Tras la búsqueda en las bases de datos habituales, constatamos que en un paciente adulto (no gestante) que sigue una dieta vegana se considera esencial la suplementación con vitamina B12 (vía oral). En cuanto a los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 (n-3 PUFA, por sus siglas en inglés), son escasos los documentos identificados que hacen referencia expresa a este tema; los consultados plantean como única medida la necesidad de garantizar la ingesta suficiente y regular de alimentos ricos en ácido alfa-linolénico (ALA), como los frutos secos (nueces, almendras, etc.), semillas oleaginosas (y sus aceites), y verduras de hoja verde.
Una guía de práctica clínica de la Academy of Nutrition and Dietetics(1), publicada en junio de 2025, comenta que está bien documentada la alta prevalencia de deficiencia de vitamina B12 entre vegetarianos, especialmente veganos. Detalla que en comparación con quienes siguen otros patrones dietéticos, los veganos presentan niveles séricos/plasmáticos más bajos de B12, concentraciones más altas de homocisteína y ácido metilmalónico, y una mayor incidencia de deficiencia o insuficiencia. Y añade que, si bien es posible que la ingesta dietética de leche, lácteos y huevos proporcione cantidades consistentes con la Ingesta Dietética Recomendada (IDR), podría ser necesaria una mayor ingesta para prevenir la deficiencia e insuficiencia de vitamina B12, especialmente en veganos y vegetarianos de mayor edad, siendo el uso de suplementos de B12 la forma más fácil y fiable de garantizar un nivel adecuado de B12 entre todos los vegetarianos, en particular para los veganos.
En cuanto a los n-3 PUFA menciona que son nutrientes esenciales con diversos efectos biológicos. Describe que:
- el ácido alfa-linolénico (ALA) se puede encontrar en una variedad de alimentos vegetales, incluidas las nueces y semillas como el lino, la chía, el cáñamo y sus aceites (por ejemplo, nuez, canola, cáñamo y lino) y las verduras de hoja verde, mientras que el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA) (ácidos n-3 de cadena larga) se encuentran en el pescado y mariscos;
- en los adultos, el DHA es esencial desde una perspectiva fisiológica, en particular para el funcionamiento normal del cerebro, pero, sin embargo, podría obtenerse mediante el consumo de ALA dado que este se puede convertir en EPA y luego en DHA (aunque matiza que las tasas de conversión varían al estar influidas por varios factores [como la actividad enzimática, la genética o la concentración de ácidos grasos omega-6 en la dieta]);
- actualmente no existe una ingesta dietética de referencia para EPA o DHA, y que la IDR para ALA es de 1,1 y 1,6 g/día para mujeres y hombres, respectivamente.
En relación a la suplementación con n-3 PUFA refiere que hasta que evidencia consistente procedente de ensayos de intervención pueda establecer dosis diarias seguras de EPA/DHA en vegetarianos y veganos, el consejo para adultos sanos debería centrarse en asegurar una ingesta suficiente y regular de alimentos ricos en ALA (que también proporcionan una variedad de fitonutrientes y fibra que promueven la salud). Basa esta conclusión en que, aunque los suplementos de DHA/EPA (en forma de aceites de pescado o algas) de hasta aproximadamente 5 g/día se consideran generalmente seguros, se ha reportado un mayor riesgo de ciertos resultados adversos a nivel cardiovascular y de depresión; también en el hecho de que los resultados de nuevos estudios isotópicos sugieren que la tasa de conversión de ALA puede ser suficiente para mantener niveles adecuados de DHA únicamente mediante el consumo de ALA de origen vegetal.
Una revisión narrativa sobre la seguridad y efectos de las dietas basadas en plantas(2) incorpora una sección sobre los nutrientes que preocupan en este tipo de dietas. Coincide en la recomendación de suplementar con vitamina B12 y sobre los n-3 PUFA comenta que la fuente fundamental en estos casos es predominantemente el ALA y que, aunque la conversión de ALA a EPA y DHA se ve afectada por diversos factores (como la composición dietética, particularmente si la ingesta de ácido linoleico [omega-6] es alta, y otros factores ya comentados en la guía(1)), los resultados del estudio de cohorte EPIC-Norfolk (con objetivo de determinar el estado de los n-3 PUFA según el hábito dietético [consumidores de pescado y consumidores de carne que no comen pescado, vegetarianos o veganos] y estimar la conversión entre el ALA dietético y los n-3 PUFA de cadena larga circulantes) revelaron que las diferencias en el estado de n-3 PUFA fueron mucho menores que las diferencias dietéticas, y que los veganos y vegetarianos mostraron una conversión más eficiente de ALA a EPA y DHA(3). También se afirma en la revisión que a pesar de que la mayoría de los estudios indican que los niveles plasmáticos, séricos, de eritrocitos, adiposos y plaquetarios de EPA y DHA son más bajos en vegetarianos que en omnívoros, no hay evidencia de efectos adversos sobre la salud cardíaca ni la función cognitiva en ellos.
Describe que las fuentes más ricas de ALA incluyen la linaza, la semilla de cáñamo, las nueces, las semillas de chía y sus aceites, con cantidades menores presentes en los aceites de canola y soja, y las verduras de hoja verde y, al igual que en la guía, que se ha especificado una IDR de ALA de 1,6 g para hombres y 1,1 g para mujeres.
En cuanto a la suplementación plantea que las mujeres embarazadas y en período de lactancia, y aquellas personas con mayor riesgo de una mala conversión de ALA (inlcuyendo las personas con diabetes, las personas mayores y los bebés prematuros), tienen más probabilidades de beneficiarse de los suplementos de DHA derivados de microalgas.
Aunque trata sobre población infantil, destacamos, por ser una publicación de nuestro contexto sanitario, un informe y posicionamiento sobre la dieta vegetariana y vegana en el contexto del servicio de comedor escolar, publicado en 2020(4). Entre los aspectos que plantea está el si es necesario tomar suplementos y sobre este aspecto indica que “se aconseja tomar vitamina B12 (diaria o semanalmente según la dosis que se tome) y sal yodada (no más de una cucharadita de café al día), tanto en la dieta ovolactovegetariana como en la vegana. Los demás suplementos de vitaminas, minerales y otros compuestos (DHA, por ejemplo) sólo deberían tomarse en caso de deficiencia diagnosticada o bajo consejo de profesionales cualificados”.
También en un folleto informativo de la Generalitat de Catalunya sobre la dieta vegana se sugiere a la población adulta y adolescente consumir sistemáticamente un suplemento de vitamina B12 en forma de cianocobalamina (tomar diariamente un suplemento de 100 mcg, o bien un suplemento de 1.000 mcg dos veces a la semana) y no tomar otros suplementos sin prescripción médica o del/de la Dietista-Nutricionista.
No se han identificado otros documentos de interés que hagan referencia a la necesidad de suplementación con n-3 PUFA en población adulta sana, no gestante, que sigue una dieta vegana. Tampoco estudios que comparen los resultados en salud de personas veganas que usan suplementos de n-3 PUFA frente a personas veganas que no los utilizan.


