En general los documentos consultados no recomiendan el uso de cremas con corticoides en personas con quemaduras de primer y segundo grado. Tan solo podría estar indicado en quemaduras faciales de primer grado. Aún así, dado que su aplicación no está exento de efectos secundarios su uso debería valorarse individualmente.
Según la información contenida en los Sumarios de Evidencia (SE) consultados(1-4) sobre el cuidado de quemaduras de primer y segundo grado, el tratamiento inicial de las quemaduras leves consiste principalmente en enfriar la zona afectada (con agua corriente a temperatura ambiente o gasas empapadas en solución salina fría; no con hielo), limpiarla suavemente con agua y jabón neutro, para después aplicar un apósito adecuado, que no solo favorezca la cicatrización y la reepitelización, sino que también ayude a minimizar el dolor. Según los sumarios, por lo general, las quemaduras superficiales no requieren terapia antimicrobiana; sin embargo, para quemaduras de mayor extensión, se pueden utilizar antimicrobianos tópicos para ayudar a prevenir la colonización bacteriana y mantener un ambiente húmedo que favorezca la cicatrización. Es importante controlar el dolor y valorar la necesidad de administrar profilaxis antitetánica ante quemaduras de segundo grado.
Ninguno de los SE menciona el uso de cremas con corticoides.
Las Guías de Práctica Clínica (GPC) consultadas(5-8) también indican que el tratamiento local inicial de la quemadura consiste en enfriar la lesión. El objetivo es disipar la mayor cantidad de calor posible, ya que el calor residual en los tejidos continúa causando daño incluso después de que haya cesado la exposición a la fuente de calor. Generalmente, esto se realiza con abundante agua fría, pero no helada y no se debe utilizar hielo, ya que se corre el riesgo de agravar las lesiones por congelación. Se propone aplicar la regla de los 20: irrigación durante 20 minutos con agua corriente a 20°C, manteniendo una distancia de 20 cm entre la herida y la fuente de agua.
Tan solo una de las GPC consultadas, elaborada en 2011(8), hace una recomendación en cuanto al uso de cremas con corticoides en quemaduras faciales de primer grado. Comenta que se han utilizado en otras partes del cuerpo con resultado satisfactorio, aunque los estudios tienen tamaños muestrales pequeños y limitaciones metodológicas. También recoge esta GPC que su empleo no debe prolongarse más de 48 h posquemadura y que su aplicación no está exento de efectos secundarios (retraso en la epitelización, disminución de defensas inmunitarias (micosis, herpes, infección bacteriana), etc.), por lo que su uso debe valorarse individualmente.


