Los documentos consultados coinciden en desaconsejar la práctica de buceo en individuos que han sufrido un neumotórax espontáneo (NE) debido al riesgo de recurrencia provocado por los cambios de presión durante la inmersión (aun en ausencia de lesiones o factores clínicos que aumentan el riesgo). Según algunos expertos, no estaría contraindicado el buceo si el paciente se ha sometido a una pleurectomía quirúrgica bilateral y presenta tras la cirugía una función pulmonar normal y una tomografía computarizada (TC) torácica normal.
La guía de práctica clínica (GPC) de la British Thoracic Society sobre la patología pleural(1) plantea que después de un neumotórax, se debería desaconsejar permanentemente el buceo (con tanques de gas presurizados) a menos que se haya realizado una estrategia de prevención definitiva muy segura, como una pleurectomía quirúrgica. Remite a una GPC previa(2) sobre los aspectos respiratorios de la aptitud para el buceo en la que se establecía que el antecedente de NE constituye una contraindicación, salvo que se haya tratado mediante pleurectomía quirúrgica bilateral y tras la cirugía se disponga de pruebas de función pulmonar normales y de una TC torácica normal. [Grado de recomendación C]*
La GPC de 2024 de la European Respiratory Society(3) respalda la recomendación de esta segunda guía(2) y desaconseja permanentemente el buceo tras un neumotórax, salvo que se haya aplicado una estrategia de prevención definitiva y muy eficaz, como la pleurectomía quirúrgica.
En otra GPC sobre el manejo del NE primario (NEP)(4), elaborada por varias Sociedades Científicas francesas, en cuanto al buceo con tanques de aire afirma que:
- La principal complicación del buceo es el barotrauma, que suele provocar neumomediastino, embolia gaseosa y, en ocasiones, neumotórax, que puede ser mortal.
- Los antecedentes de NEP se consideran desde hace tiempo una contraindicación absoluta para el buceo.
- La pleurodesis y la pleurectomía reducen, pero no eliminan, el riesgo de recurrencia.
Como conclusión el grupo elaborador de la guía propone contraindicar firmemente el buceo en pacientes con antecedentes de NEP, incluso si se les ha realizado una pleurodesis, debido al riesgo de barotrauma fatal. (Opinión de expertos)*
Para la autora de los sumarios de evidencia de UpToDate sobre complicaciones del buceo(5) y sobre la evaluación de adultos que desean practicar buceo(6), el antecedente de NE se considera contraindicación absoluta para realizar esta actividad.
Y el autor del sumario de evidencia de UpToDate sobre el tratamiento del NEP en adultos(7) comenta, en el apartado del seguimiento, que recomienda a los pacientes evitar el buceo autónomo de por vida. Señala que los expertos sugieren evitarlo permanentemente, salvo que el paciente se haya sometido a una pleurectomía quirúrgica bilateral y presente una función pulmonar normal y una TC normal.
También en el sumario de evidencia de Dynamed sobre el manejo del NE en adultos(8) y en el de BMJ Best Practice(9), basándose la GPC de la BTS mencionada arriba(1), se indica que hay que aconsejar a los pacientes que eviten el buceo de forma permanente, a menos que se hayan sometido a una estrategia de prevención definitiva, como una pleurectomía quirúrgica.
Al buscar en las bases de datos de estudios se localiza una revisión sistemática(10) con objetivo principal de evaluar el riesgo de recurrencia del NEP en la población general para aproximar el riesgo general en buceadores y, posteriormente, considerar el efecto que las tensiones fisiológicas y mecánicas del buceo con aire comprimido pueden tener en el aumento de dicho riesgo. Se incluyeron cuarenta estudios con un total de 3.904 pacientes que habían sufrido un primer episodio de NEP. El riesgo de recurrencia del NEP osciló entre el 0% y el 67% (22 ± 15,5%; media ± desviación estándar). El seguimiento medio fue de 36 meses, y el 63 ± 39 % de las recidivas se produjeron durante el primer año de seguimiento. El tiempo hasta la primera recurrencia osciló entre 2,8 y 107 meses, con una media de 20 meses. Como factores clínicos asociados a más alto riesgo de recidiva del NEP se identificó una relación altura/peso elevada y la presencia de cambios similares a enfisema (CSE). La TC de alta resolución mostró una sensibilidad del 84 % al 88 % y una especificidad del 100 % en comparación con la cirugía para la detección de estos CSE. La pleurodesis quirúrgica redujo sustancialmente el riesgo de recidiva (4,0 ± 4 % frente al 22 ± 15,5 %).
Los autores exponen que el neumotórax durante el buceo es una afección poco frecuente pero potencialmente mortal y consideran que la práctica actual de desaconsejar generalmente la práctica de bucear es probablemente acertada. Explican que, si bien el riesgo de recurrencia del neumotórax se asocia con ciertos factores clínicos y radiológicos, este riesgo persiste incluso en ausencia de dichos factores. Además, los factores de estrés mecánicos y fisiológicos asociados con el buceo con aire comprimido pueden aumentar aún más este riesgo, en comparación con la población general. También señalan que ofrecer cirugía para reducir el riesgo de un nuevo neumotórax podría no ser eficaz en buceadores, ya que reducirá el riesgo de neumotórax, pero no protegerá contra el barotrauma pulmonar, que puede provocar complicaciones graves como neumomediastino o embolia gaseosa arterial. Para ellos si un paciente sin factores de riesgo clínicos identificables, con una TC de tórax de alta resolución normal y sin recurrencia después de muchos años, decide bucear, se le debería advertir enfáticamente que su riesgo de neumotórax o barotrauma pulmonar sigue siendo mayor que el de la población general y que un evento de este tipo bajo el agua podría ser fatal.
La búsqueda de documentos publicados en nuestro medio y que hagan referencia a este aspecto identifica una guía de actuación en Urgencias en pacientes con neumotórax(11) en la cual se incluye entre las recomendaciones al alta el evitar actividades subacuáticas (buceo). También se hablaba de neumotórax y buceo en un protocolo de 2012 del Hospital Universitario Donostia(12). Se afirmaba en él que “Cuando se decide seguir buceando después de un primer episodio de NE idiopático, hay que hacer cirugía bilateral. Después de ambas intervenciones quirúrgicas (toracotomía o VATS** bilateral en dos tiempos con resección de bullas/vértice pulmonar y pleurectomía), hay que esperar 6 meses para volver a bucear. Se aconseja confirmar la normalidad morfológica de ambos pulmones con una TAC y comprobar la función respiratoria con PFR completas y gasometría arterial, a los 6 meses de la cirugía.”
Se ha consultado además la información que aportan dos organizaciones europeas, DAN Europe Foundation (DANEF) y la European Lung Foundation (ELF). En el apartado de preguntas médicas frecuentes de la DANEF encontramos una sobre cuánto tiempo hay que esperar antes de poder bucear tras un NE. En la respuesta se afirma que hoy en día un NE es reconocido como una contraindicación absoluta para el buceo. Por su parte la ELF, entre las consideraciones a tener en cuenta tras sufrir un NEP describe:
- Las personas que han padecido un NEP deberían evitar el buceo profundo, ya que la variación de los niveles de presión podría provocarles asfixia.
- Si bucea o vuela con regularidad (por ejemplo, si trabaja para una aerolínea como piloto o auxiliar de vuelo, o si es buceador profesional), es más probable que necesite la atención de un especialista y que se le realice una pleurodesis.
*Ver en el texto completo del documento.
**Cirugía toracoscópica videoasistida por sus siglas en inglés.


