Sanidad inicia una campaña para la prevención del consumo de alcohol, tabaco y cannabis en los jóvenes

La Consejería de Sanidad, dentro del Programa de Prevención de Drogodependencias que desarrolla la Dirección General de Salud Pública, en colaboración con la Consejería de Educación y Cultura, inicia una nueva campaña para la prevención del consumo de alcohol, tabaco y cannabis y los riesgos asociados a los mismos, dirigida a los alumnos de educación secundaria, cuyo coste supera los 42 mil euros. Con esta campaña, bajo el eslogan “Agudiza tus sentidos.¡Ya no eres un crío!”, que se desarrollará en los centros docentes de la Región entre los meses de mayo-junio y, en el próximo curso escolar, entre septiembre-noviembre, se pretende sensibilizar a los jóvenes sobre la relación existente entre el consumo de estas sustancias y los riesgos asociados a las mismas, y facilitar la disuasión del consumo temprano. Favorecer el desarrollo de actividades formativas en el medio escolar encaminadas a la prevención, informar sobre los efectos que conlleva su consumo a corto y medio plazo para su salud y sensibilizar a los alumnos sobre la influencia del grupo de amigos en el inicio del consumo de drogas, son algunos de los objetivos de esta campaña, que cuenta con la colaboración de los centros escolares, de los municipios de la Región, y la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de la Región. En esta campaña se han editado 1.400 carteles y 100 mil adhesivos, así como distintos materiales educativos destinados al profesorado, que serán distribuidos en los departamentos de Orientación de los centros de Educación Secundaria, entre ellos, 168 mil folletos (56 mil unidades para cada tema) relativos a “Las bebidas alcohólicas”, “El tabaco” y “El cannabis”, que se entregarán a los alumnos según las actividades que realicen. Riesgos asociados prevenibles Sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y cánnabis, se informa a los jóvenes de que las drogas modifican el autocontrol de la persona, propiciando conductas asociales o disruptivas que pueden afectar a la conducción y la sociabilidad, y del riesgo de llegar al como etílico y muerte por ingesta abusiva de alcohol. En este sentido, se recuerda que el uso del cinturón de seguridad en los coches y del casco yendo en moto, máxime si se ha abusado de bebidas alcohólicas, previenen lesiones en un accidente de tráfico. También se alude al hecho de que la ingesta de bebidas alcohólicas supone un factor de riesgo al mantener relaciones sexuales sin tomar precauciones para evitar, sobre todo en adolescentes, un embarazo no deseado y contagio de VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. Fracaso escolar, perturbaciones del aprendizaje, relaciones familiares conflictivas y alteraciones en el desarrollo psico-fisiológico del adolescente, son riesgos que se asocian al consumo de estas sustancias. Consumo de alcohol y tabaco en los jóvenes de la Región El alcohol sigue siendo la droga más consumida por los jóvenes de la Región. Un 56,2% han probado bebidas alcohólicas en alguna ocasión. Aquí, igual que en el tabaco, las cifras han disminuido con respecto al estudio anterior (Programa de Estudio sobre Conductas Relacionadas con la Salud en Población Escolar de la Región de Murcia, encuesta PROCRES-Joven), que arrojó una cifra de 65%. Según el Plan de Salud de la Región de Murcia, aunque en general se observa una evolución positiva en los últimos 10 años, estamos muy lejos de conseguir las cifras de consumo responsable recomendadas. El 14’75% de los escolares de la Región de Murcia se ha emborrachado alguna vez. De los que han bebido alguna vez, un 26’1%, afirma haberse emborrachado una o más veces. Es evidente que el abuso de bebidas alcohólicas aumenta con la edad (PROCRES-Joven). Por cursos, se han embriagado un 10’32% los alumnos de 6º de Primaria; un 18’5% los de 2º de ESO y un 38% los de 4º de ESO. La siguiente droga más consumida es el tabaco. Un 26.2% de los escolares de la Región lo han probado (PROCRES-Joven, curso escolar 2001/2002), frente al 32,1% del estudio anterior (curso 1997-1998). El porcentaje total de escolares fumadores habituales en la Región de Murcia es de 12,4%, de los cuales el 31,1% son varones y el 68,9%, mujeres. Del 26,2% de jóvenes que han consumido tabaco alguna vez, un 8% pertenece al grupo de 6º de primaria; el 33,7%, al 2º de ESO y el 58,3% al grupo de 4º de ESO (PROCRES-Joven, curso escolar 2001/2002). El hábito de los que han probado el tabaco se perpetúa en el 47,5% de ellos, lo que le convierte en una experiencia en extremo peligrosa. Según el Plan de Salud, sorprende que un 21,5% de los que han fumado alguna vez, obtengan el tabaco porque se lo dan sus padres, familiares u otros adultos. Por tanto, los primeros contactos con el tabaco parecen producirse, con una frecuencia alta, en presencia familiar. Sin embargo, mayoritariamente, los jóvenes consiguen el tabaco a través de sus amigos en todos los tramos de edad. Datos del Plan Nacional sobre Drogas El cannabis es la droga ilegal más consumida entre los estudiantes en España. En el período 2000-02, los estudiantes que han consumido esta sustancia habitualmente, han pasado de 19’4% a 22% y, de los que la han probado, han pasado en 2000 del 31’2%, al 36’9, en el 2002. En los últimos tiempos ha habido un incremento significativo del consumo de cánnabis que afecta a toda la población española, con consecuencias especialmente negativas en la población adolescente y juvenil. Lejos de ser un consumo exclusivo, esta sustancia se asocia a otras, fundamentalmente alcohol y tabaco, en un patrón de policonsumo y favorece el acceso a otras drogas ilegales. La evolución de las edades medias de inicio de consumo de drogas en estudiantes de Secundaria (PND: 2000-2002) es la siguiente: Se producen entre los 14 y 16 años (PND- 2002) los mayores incrementos en la extensión de estos consumos. Constatándose una intensa asociación entre los consumos de alcohol, tabaco y cannabis, en el sentido de que, el consumo de cualquiera de ellas, implica una alta probabilidad de consumo de las restantes drogas: · Así, de los que experimentan con tabaco, un 95’5% son consumidores ocasionales de alcohol y un 69% de cannabis. · De los bebedores ocasionales, un 42% son fumadores de cánnabis. · De los que prueban cánnabis un 70% consumen tabaco, un 97% alcohol, un 21 % cocaína ocasionalmente y un 17% éxtasis, también ocasionalmente. · La experimentación con cocaína, éxtasis, speed o alucinógenos suele llevar aparejado el consumo de gran parte del resto de sustancias. · Está probado que existe una alta probabilidad de que los consumos experimentales, ocasionales, esporádicos, de sustancias como el tabaco, el alcohol o el cannabis se repitan y se convierta en habituales. Una importante parte de los estudiantes consumidores reconocen haber sufrido problemas derivados de su consumo, desmintiendo la supuesta inocuidad del uso recreativo de sustancias como alcohol o cannabis. Los datos estadísticos muestran la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y cannabis y determinados riesgos prevenibles, que justifican la intervención temprana sobre los mismos: En España mueren cada año 12.000 personas a causa de enfermedades o accidentes ocasionados o favorecidos por el consumo de bebidas alcohólicas. El abuso de alcohol en jóvenes es responsable en Europa de cada cuatro muertes de varones con edades entre 15 y 29 años, fundamentalmente en accidentes de tráfico producidos por personas que conducen bajo los efectos del alcohol, muriendo 57.000 jóvenes por ello. Según el Ministerio de Justicia, el abuso de bebidas alcohólicas juega un papel determinante en un alto porcentaje de delitos relacionados con agresiones que llevan a la muerte de las víctimas, delitos sexuales, actos de vandalismo, etc. El 26% de los que beben, informan que han tenido problemas de salud, riñas y discusiones, etc. (P.N.D.) El 46’4% de los que consumen cannabis señalan haber tenido problemas como pérdida de memoria, tristeza, apatía, dificultad para estudiar, faltar a clase, etc. (P.N.D.). La percepción del riesgo (entendido como problema para la salud o de otro tipo asociado al consumo de una droga) está estrechamente ligada a los consumos de las distintas drogas: cuanto mayor es el riesgo que se atribuye a las sustancias a consumir, menor es el porcentaje de consumidores (P.N.D.). Los adolescentes asocian más el riesgo a la frecuencia de consumo de una droga, que a la sustancia en sí, así el riesgo asociado al consumo habitual de cualquier droga, es superior al de consumo ocasional (P.N.D. 2002). El alcohol es la droga cuyo consumo habitual es percibido con menor riesgo. Con el cannabis y el tabaco asocian poco riesgo, similar al del consumo de alcohol.