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Vacunación
Preguntas frecuentes sobre vacunación frente a sarampión, rubéola y parotiditis (vacuna triple vírica)
La vacuna triple vírica protege contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis (también conocida como paperas). Se trata de tres enfermedades víricas que pueden causar complicaciones serias, como neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro), sordera permanente, esterilidad y problemas graves durante el embarazo, como malformaciones en el bebé. Son enfermedades altamente contagiosas, que eran muy frecuentes en España antes de que se empezase a vacunar a todos los niños y niñas. En los países desarrollados, se han producido brotes en grupos con baja cobertura vacunal.
Los niños y niñas deben recibir la vacuna triple vírica a partir de los 12 meses de vida.
En situaciones especiales, como brotes de alguna de estas enfermedades o viajes a ciertos países, la vacuna puede administrarse entre los 6 y los 11 meses de edad. Sin embargo, en estos casos, es necesario repetir la dosis a partir de los 12 meses para garantizar una protección adecuada y duradera, salvo casos excepcionales en los que se haya administrado a partir de los 11 meses. Su profesional sanitario será quien le amplíe la información en estos casos particulares.
Dos dosis de vacuna.
En la Región de Murcia, la vacuna triple vírica forma parte del calendario de vacunación infantil. Se pone una primera dosis a los 12 meses y una segunda a los 4 años. Si el niño o la niña no ha tenido varicela antes, la segunda dosis se administra como parte de la vacuna tetravírica, que también protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas. Esto evita un pinchazo extra al no tener que poner la vacuna de la varicela por separado.
Esta vacuna se ha administrado a cientos de millones de personas, demostrando un excelente perfil de seguridad. Los efectos adversos más comunes incluyen molestias en el lugar de la inyección, como enrojecimiento y dolor, además de fiebre baja. Con menor frecuencia, pueden darse vómitos, diarrea o una leve erupción.
No, definitivamente se ha demostrado desde hace años que no existe relación entre estas vacunas y el autismo.
El falso mito comenzó cuando se publicó un artículo en una famosa revista que indicaba una asociación entre la vacuna y el autismo, con datos que después se comprobó que eran falsos y fraudulentos. Hace ya años que la revista retiró dicho artículo y al autor se le retiró su licencia de médico.
Después, se han publicado numerosos artículos que indican que no existe asociación entre la vacunación y el autismo. Dos estudios en Dinamarca demostraron que las vacunas no causan autismo. En el primero, con más de 500.000 niños, se vio que el autismo era igual de frecuente en vacunados y no vacunados. El segundo, realizado con más de 650.000 niños, analizó la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y, después de 12 años de seguimiento, confirmó que no aumenta el riesgo de autismo. Otros estudios en distintos países han llegado a la misma conclusión.
Pese a ello, el falso mito y el daño injusto a la reputación de la vacuna siguen.
Las contraindicaciones de la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis), al igual que las de la tetravírica (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela), que se administra a los 4 años, son las siguientes:
- Antecedentes de una reacción grave (anafiláctica) a cualquier componente de la vacuna (por ejemplo, neomicina) o tras una dosis previa.
- Si ha habido una reacción alérgica, pero esta no ha sido grave (por ejemplo, si alguna vez apareció irritación en la piel tras la administración de neomicina), esto no es una contraindicación para recibir estas vacunas.
- Además, al tratarse de vacunas en las que el virus está atenuado, es decir, debilitado, también están contraindicadas en:
- Personas con problemas de defensas/inmunodeficiencia grave, tanto congénita como secundaria a quimioterapia o un tratamiento. En estos casos, al no poder vacunarse la persona con el problema, es necesario consultar con su médico para evaluar si las personas con las que convive deben vacunarse para proteger al que no puede hacerlo.
- Embarazo. No se debe administrar la vacuna triple vírica durante el embarazo. Además, no debe quedar embarazada durante el mes siguiente a la vacunación.
Sí. La alergia al huevo no es una contraindicación para administrar la vacuna triple vírica. Varios estudios indican que la vacuna triple vírica, incluso en niños con alergia grave al huevo, es segura, de hecho, así lo indica la Sociedad Española de Alergología Pediátrica. Puede ampliar información en: Recomendaciones para administrar la vacuna triple vírica a niños alérgicos al huevo
Además, no hay que llevar ninguna precaución especial en estos niños y puede administrarse en su centro de salud. En caso de haber presentado una reacción alérgica muy grave (anafilaxia) a las proteínas del huevo, también puede administrarse la vacuna triple vírica, tomando las debidas precauciones de vigilancia tras la inyección en el centro sanitario donde se administre. Siempre debe informar del historial de alergias de su hijo o hija al profesional sanitario que administre la vacuna, para que éste determine si debe llevar o no alguna precaución especial.
- Haber recibido un hemoderivado con anticuerpos entre 3 y 11 meses antes de la vacunación, dependiendo del tipo de hemoderivado recibido.
- Enfermedad aguda moderada o grave, con o sin fiebre.
- Antecedentes de problemas con las plaquetas, entre los que se encuentran patologías como la trombocitopenia o púrpura trombocitopénica.
Ante cualquier duda en relación a estos problemas, consulte primero con su profesional sanitario de referencia.
Aunque se han administrado dos dosis de la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) la dosis aplicada por debajo de los 12 meses no cuenta como válida. Por tanto, debe administrarse una segunda dosis para completar la vacunación.
Esto es debido a que en niños menores de 12 meses la respuesta inmunitaria no está totalmente desarrollada para estas vacunas y las defensas transmitidas por la madre durante el embarazo pueden interferir en la respuesta a la vacuna. Aunque las vacunas administradas a partir de 11 meses se suelen dar por válidas, es mejor vacunarse a partir de los 12 meses (incluidos) para asegurar unas defensas adecuadas.
No, estas vacunas no deben administrarse durante el embarazo, ya que contienen virus vivos atenuados. No debe quedar embarazada hasta que haya pasado un mes, como mínimo, desde la última dosis de cualquiera de estas vacunas.
Antes de quedar embarazada, es fundamental asegurarse de estar adecuadamente protegida contra los virus incluidos en la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) y la varicela. Esto se debe a las graves complicaciones que estas enfermedades pueden ocasionar, como malformaciones en el bebé.
Es necesario recordar que, durante la gestación y hasta cuatro semanas antes de iniciarse la misma, están contraindicadas todas las vacunas vivas atenuadas, como es el caso de vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis), aunque también otras de uso frecuente como la vacuna frente a la varicela.
En caso de no estar vacunada con dos dosis frente a estas enfermedades es muy importante vacunar con anterioridad al inicio de la gestación, debido a que, si se padecen estas enfermedades durante el embarazo, pueden ocurrir daños graves al feto o al recién nacido, separando el ciclo de FIV (fecundación in vitro) un mínimo de un mes tras la administración de la última dosis de la vacuna. Si esto no es posible, se deberán extremar las precauciones para evitar el contagio de estas enfermedades a la mujer embarazada.
La triple vírica es una vacuna viva atenuada. Puede administrarse a la vez que otras vacunas, ya sean inactivadas o vivas.
La triple vírica y otras vacunas vivas atenuadas, como la varicela, se pueden administrar el mismo día (por eso a los 4 años se administran conjuntas en un único pinchazo) o dejando un intervalo de al menos 4 semanas entre ellas. En cambio, la vacuna antigripal intranasal, que se administra en temporada en los colegios, a pesar de ser también una vacuna atenuada, se puede administrar el mismo día o dejando cualquier intervalo, ya que la vía de administración es diferente.
Entre la triple vírica y las vacunas inactivadas no es necesario esperar ningún tipo de intervalo.
Vivir con una persona embarazada no es una contraindicación para recibir la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) ni la de varicela. Es más, la vacuna, al reducir el riesgo de sufrir estas enfermedades, protege indirectamente a las personas no vacunadas.
No solo puede, sino que debe recibirla. Que haya aparecido una erupción cutánea tras recibir la vacuna triple vírica está descrito como un efecto secundario que aparece entre el 5º y 12º día, que no tiene ninguna consecuencia negativa para el niño o niña, y para nada es una contraindicación para la 2ª dosis, ni siquiera una precaución.
Sí, se puede. La lactancia materna no afecta a la respuesta a la vacuna triple vírica y no representa ningún riesgo para el bebé.
Sí, ya que la vacuna cubre otras enfermedades (sarampión y rubéola) para las que debe protegerse completando la pauta de vacunación, que son 2 dosis. Solo en el caso, improbable en nuestro medio, de que fuera diagnosticado de las 3 enfermedades, no debería administrarse la 2ª dosis, pues el niño o niña ya estaría protegido/a de forma permanente, en este caso, por el padecimiento de la enfermedad.
No es necesario hacer un análisis de sangre (serología) antes de la vacunación. La vacuna triple vírica se administra en calendario a todos los niños y niñas sin necesidad de realizar análisis previos, salvo que así lo indique su médico por algún motivo concreto.
En personas mayores de 6 meses no vacunadas o vacunadas con una sola dosis se debe administrar una dosis de triple vírica en los primeros 3 días tras el contacto.
En cualquier caso, solo cuentan las dosis administradas por encima de los 12 meses, y de forma extraordinaria por encima de 11 meses.
En caso de contraindicación de la vacuna (como menores de 6 meses, embarazadas o personas con problemas de defensas) se recomienda administrar en su lugar inmunoglobulina inespecífica.
Sí, en el momento en el que se detecta que no ha sido vacunado correctamente, y no habiendo pasado las enfermedades que previene la vacuna, se debe iniciar la vacunación y se le administrará la 1ª dosis en su Centro de Salud o puesto de vacunación habitual. Al mes de esta primera dosis, deberá recibir una 2ª dosis.
Última actualización: 20/01/2025
