Uso de cookies Cerrar [X]

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación del usuario.

Las cookies utilizadas no contienen ningún tipo de información de carácter personal.

Si continua navegando entendemos que acepta su uso. Dispone de más información acerca de las cookies y cómo impedir su uso en nuestra política de cookies.

Murciasalud, el portal sanitario de la Región de Murcia Consejería de Sanidad Servicio Murciano de Salud Unión Europea
Buscar Secciones Cuenta
Cerrar
Acceso con DNIe Olvidé la contraseña Nuevo usuario

Tras un intento de suicidio, los supervivientes

A los desolados familiares y amigos que dejan atrás se los conoce como supervivientes.

¿Por dónde empiezo?

Que sepas que no estás solo.

Si has perdido a alguien por suicidio, lo primero que deberías saber es que no estás solo. Cada año se suicidan más de 3000 personas en España.

A los desolados familiares y amigos que dejan atrás se los conoce como "supervivientes". De hecho, las investigaciones demuestran que a lo largo de nuestra vida el 85 % de nosotros perderemos por suicidio a alguien que nos importa. Lo que significa que hay muchos supervivientes que, al igual que tú, tratan de hacer frente a una pérdida desgarradora.

Los supervivientes, con frecuencia, experimentan una amplia gama de reacciones de duelo, incluyendo algunas de las que aparecen a continuación, o todas ellas:

  • El shock es una reacción inmediata común. Puede que te sientas paralizado o desorientado y con dificultad para concentrarte.
  • Síntomas de depresión, entre los que se incluyen sueño interrumpido, pérdida del apetito, tristeza intensa y falta de energía.
  • Ira hacia el fallecido, hacia otro miembro de la familia, hacia un terapeuta o hacia ti mismo.
  • Alivio, particularmente si el suicidio se produce tras una larga y complicada enfermedad.
  • Culpabilidad, lo que incluye pensamientos como: "Si yo tan solo hubiera.…".

¿Por qué ha ocurrido esto?

El 90 % de las personas que se suicidan padecen en el momento de su muerte un trastorno psiquiátrico diagnosticable.

Muchos supervivientes luchan por entender las razones del suicidio, preguntándose una y otra vez: "¿Por qué?". Muchos reviven los últimos días de sus seres queridos en busca de pistas, particularmente si no detectaron signos de que el suicidio iba a ser inminente.

Debido a que a menudo se sabe muy poco sobre el suicidio, algunos supervivientes se sienten víctimas injustas de un estigma o del tabú. Pueden sentir que el suicidio es algo de lo que avergonzarse, o que ellos o su familia son de alguna manera culpables de esta tragedia.

Sin embargo, deberías saber que el 90 % de las personas que se suicidan tiene un trastorno psiquiátrico diagnosticable en el momento de su muerte (la depresión o el trastorno bipolar son los más frecuentes). Al igual que otras personas pueden morir por una enfermedad cardíaca o por cáncer, las personas pueden morir como consecuencia de una enfermedad mental. Intenta tener presente que el suicidio es casi siempre complicado, consecuencia de una combinación de un doloroso sufrimiento, desesperanza y la mayoría de la veces, de una enfermedad psiquiátrica subyacente.

¿Qué hago ahora?

Es importante que recuerdes que puedes sobrevivir al dolor. Tal vez haya momentos en que no creas que sea posible, pero lo es.

Aquí tienes algunas pautas de compañeros supervivientes:

  • Algunos supervivientes se debaten entre qué contarles a otras personas. Aunque deberías tomar la decisión basándote en lo que te parezca bien a ti, la mayoría de supervivientes han descubierto que lo mejor es, simplemente, admitir que su ser querido se ha suicidado.
  • Puede que descubras que contactar con familiares y amigos te ayudará. Debido a que habrá gente que no sepa qué decir, tal vez necesites tomar la iniciativa para hablar sobre el suicidio, compartir tus sentimientos y pedirles ayuda.
  • Aunque pueda parecer difícil, mantener el contacto con otras personas es especialmente importante durante los estresantes meses posteriores al suicidio de un ser querido.
  • Ten en cuenta que cada persona llora la muerte de un ser querido a su manera. Por ejemplo, algunos visitan el cementerio todas las semanas; para otros es demasiado doloroso, por lo que no van nunca.
  • Cada persona, además, llora la muerte de un ser querido a su propia velocidad; no hay un ritmo establecido o una fecha límite para recuperarse.
  • Los aniversarios, los cumpleaños y las vacaciones pueden ser especialmente difíciles.
  • Tal vez experimentes oleadas inesperadas de tristeza; son parte normal del proceso de duelo.
  • Algunos supervivientes sienten consuelo al participar en actividades comunitarias, religiosas o espirituales, lo que incluye hablar con un miembro de la Iglesia que sea de confianza.
  • El arte ayuda a muchos supervivientes a recuperarse, ya sea llevando un diario, escribiendo poesía o componiendo música.
  • Intenta cuidar de tu propio bienestar; plantéate ir a tu médico para hacerte un chequeo.
  • Sé amable contigo mismo. Cuando te sientas preparado, retoma tu vida. Que finalmente comiences a disfrutar de la vida otra vez, no es una traición a tu ser querido, sino un signo de que has empezado a recuperarte.

Otras sugerencias

  • Que sepas que puedes sobrevivir. Tal vez no lo creas, pero puedes hacerlo.
  • Lucha contra el "¿Por qué sucedió?" hasta que ya no necesites saber el porqué o hasta que estés satisfecho con respuestas parciales.
  • Que sepas que tal vez te sientas desbordado por la intensidad de tus sentimientos, pero que todos esos sentimientos son normales.
  • La ira, la culpa, la confusión y el despiste son respuestas emocionales habituales. No estás loco, estás en duelo por la pérdida de un ser querido.
  • Sé consciente de que puede que sientas ira, rabia hasta odio hacia esa persona, hacia el mundo, hacia Dios, hacia ti mismo. No pasa nada si la expresas.
  • Tal vez te sientas culpable por lo que crees que hiciste o dejaste de hacer. La culpa puede convertirse en arrepentimiento gracias al perdón.
  • Tener pensamientos suicidas es habitual. No significa que vayas a llevar a cabo dichos pensamientos.
  • Recuerda vivir momento a momento, día a día.
  • Encuentra a alguien que sepa escuchar y con quien puedas compartir. Llama a alguien si necesitas hablar.
  • No tengas miedo de llorar, las lágrimas son terapéuticas.
  • Date tiempo para recuperarte.
  • Recuerda, no lo decidiste tú. Nadie es la única influencia en la vida de otra persona.
  • Prepárate para las recaídas. Si las emociones vuelven como un terremoto, puede que simplemente estés experimentando un vestigio de duelo, un cabo suelto.
  • Trata de aplazar decisiones importantes.
  • Date permiso para conseguir ayuda profesional.
  • Sé consciente del dolor de tu familia y amigos.
  • Sé paciente contigo mismo y con aquellos que tal vez no lo entiendan.
  • Establece tus propios límites y aprende a decir que no.
  • Evita a las personas que quieran decirte qué o cómo debes sentirte.
  • Que sepas que existen grupos de apoyo que puedan servirte de ayuda. Si no puedes encontrar ninguno, pídele a un profesional que lo inicie.
  • Recurre a tu fe personal para que te ayude durante el proceso.
  • Es normal experimentar reacciones físicas como consecuencia de tu duelo, por ejemplo: dolores de cabeza, pérdida del apetito, incapacidad para dormir.
  • La buena disposición a reírse con otros y reírte de ti mismo es terapéutico.
  • Agota todas tus preguntas, tu ira, tu culpa y otros sentimientos hasta que puedas dejarlos ir. Dejar que se vayan no significa olvidar.
  • Que sepas que nunca volverás a ser el mismo, pero puedes sobrevivir e, incluso, ir más allá de la mera supervivencia.

Para tus amigos

Cuando tus amigos te pregunten cómo pueden ayudarte, tal vez deberías sugerirle que lean estas palabras.

Cuando un ser querido se suicida, los supervivientes sufren profundos y diversos sentimientos. Es importante honrar y respetar las necesidades de los supervivientes en los días, semanas y meses posteriores al suicidio.

Puede que, a menudo, te sientas impotente. Estas pautas te ayudarán a entender lo que puede consolar a la familia. Sin embargo, antes de que asumas responsabilidades, creemos que es importante preguntar a los supervivientes si necesitan nuestra ayuda.

Algunos supervivientes obtienen fuerza añadida al llevar a cabo muchas de las responsabilidades que se mencionan a continuación, mientras que otros tal vez quieran depender de amigos y familiares para que les apoyen y les guíen.

Debido a que las personas que han perdido recientemente a un ser querido pueden tener problemas para concentrarse o tomar decisiones, en lugar de preguntarles simplemente "¿Cómo puedo ayudar?" deberías intentar preguntar si puedes ayudar con una tarea concreta, como por ejemplo: cuidar de los niños, pasear al perro, hacer la compra, limpiar la casa, regar el jardín u organizar el papeleo.

  • Responde con sinceridad a las preguntas de la familia. No hace falta que contestes nada más allá de lo que te pregunten.
  • Si quieren saber más, lo preguntarán más tarde.
  • Rodéales con tanto amor y comprensión como puedas.
  • Dales algún momento de intimidad. Apóyales, pero no les agobies.
  • Muestra amor, no control.
  • Deja que hablen. La mayor parte del tiempo simplemente necesitan oír en voz alta lo que está pasando en su cabeza. Normalmente no están pidiendo consejo.
  • Fomenta la idea de que las decisiones sean tomadas por toda la familia.
  • Ten en cuenta que se cansarán con facilidad. El duelo es un trabajo duro.
  • Déjales decidir para qué están preparados. Propón tus ideas pero deja que sean ellos los que decidan por sí mismos.
  • Haz una lista con las llamadas, las visitas y las personas que traen comida y regalos.
  • Ofrécete a llamar a las personas a las que quieran informar.
  • Mantén el correo en orden. Controla las facturas, las tarjetas, los anuncios en el periódico, etc.
  • Ayuda con los recados.
  • Mantén una lista de la medicación administrada.
  • Ofrécete para ayudar con la documentación que necesite la compañía de seguros, como una copia del certificado de defunción.
  • Presta especial atención a los miembros de la familia, en el funeral y en los meses posteriores.
  • Permíteles expresar tanto dolor como estén sintiendo en ese momento y que estén dispuestos a compartir.
  • Permíteles hablar sobre las cualidades especiales y entrañables del ser querido que han perdido.
  • Escribe una anécdota sobre su ser querido (especialmente una que puede que ni ellos mismos conozcan) y dásela para que puedan leerla cuando estén preparados.
  • No tengas miedo de decir el nombre de su ser querido. No te preocupes si les haces llorar; es más doloroso cuando nadie habla sobre la persona que han perdido.

Grupos de apoyo

La experiencia de conectar con otros supervivientes que realmente te entienden y poder hablar abiertamente sobre el suicidio puede proporcionar un tremendo alivio.

Para muchos supervivientes, una parte crucial de su proceso de recuperación es el apoyo y la sensación de conexión que sienten al compartir su duelo con otros supervivientes. La manera más habitual en que dicho compartir tiene lugar es por medio de grupos de apoyo para supervivientes. Estos grupos proporcionan un lugar seguro en que pueden compartir sus experiencias y apoyarse unos a otros.

Algunos supervivientes acuden a un grupo de apoyo casi de manera inmediata; otros esperan años; los hay que acuden durante un año o dos y luego van solo de manera ocasional (en aniversarios, vacaciones o en días particularmente difíciles). Puede que descubras que hacen falta algunas reuniones antes de que empieces a sentirte cómodo. O tal vez descubras que el entorno del grupo no es el más adecuado para ti pero, aún así, puede ser una manera útil de conocer a un par de compañeros supervivientes con los que forjes una nueva amistad, basada en el vínculo compartido que supone entender el dolor y la tragedia de una pérdida por suicidio.

Algunos enlaces que te pueden ser útiles son:

  • www.vivirlaperdida.com web que habla sobre todo el proceso del duelo.
  • www.despresdelsuicidi.org web "Després del Suïcidi – Asociación de Supervivientes" (DSAS) se constituye en 2012 con el fin de generar un espacio para el acompañamiento y el soporte en el duelo de los supervivientes a la muerte por suicidio. También nace con la esperanza de contribuir a un cambio en la forma de hablar del suicidio y de sus terribles consecuencias.

Documento Original de AFSP, American Foundation for Suicide Prevention (Fundación Americana para la Prevención del Suicidio) www.afsp.org
Traducido al castellano y revisado por voluntarios traductores de AIPIS, Asociación de investigación, Prevención e Intervención del suicidio www.redaipis.org.