En general, los documentos consultados coinciden en destacar la ausencia de interacciones relevantes entre los alimentos y el dabigatrán (en cápsulas duras) y la ausencia de afectación de los alimentos a la biodisponibilidad de este fármaco. Sin embargo, información no coincidente en todos los documentos relaciona el uso de ciertos suplementos dietéticos o hierbas medicinales con una afectación de las concentraciones plasmáticas de dabigatrán lo que en consecuencia afectaría, por exceso o por defecto, a su papel anticoagulante. Sí que parece que debería evitarse el uso conjunto de dabigatrán y hierba de San Juan, por un posible aumento del riesgo de trombosis al disminuir el efecto anticoagulante.
La ficha técnica de dabigatrán en la forma farmacéutica de cápsulas duras(1) no menciona una posible interacción entre el fármaco y algún alimento. Señala que las cápsulas se pueden tomar con o sin alimentos y que “los alimentos no afectan a la biodisponibilidad de dabigatrán etexilato, pero incrementan en 2 horas el tiempo requerido para alcanzar las concentraciones plasmáticas máximas”.
Similar información encontramos en la guía de prescripción de dabigatrán en adultos para profesionales sanitarios(2).
Sin embargo, al consultar la ficha técnica de la forma farmacéutica granulado recubierto(3), destinada a pacientes pediátricos, encontramos que:
- El granulado recubierto se debe mezclar con alimentos antes de su ingesta y solo se debe usar con zumo de manzana o con los alimentos blandos indicados en las instrucciones de administración (puré de zanahorias, compota de manzana o puré de plátano)
- Tras la mezcla con alimentos o con zumo de manzana, el medicamento se debe administrar en los 30 minutos siguientes.
- El granulado recubierto no es compatible con la leche ni con productos lácteos.
En un boletín de información farmacoterapéutica sobre prácticas seguras en anticoagulación oral (con antagonistas de la vitamina K [AVK] o anticoagulantes orales directos [ACOD])(4) se comentaba, como ventaja de los ACOD frente a los AVK, que no tienen interacciones relevantes con los alimentos. No obstante, al hablar de las interacciones de la terapia de anticoagulación oral en general, menciona una serie de plantas/suplementos alimenticios que pueden aumentar o disminuir el efecto anticoagulante:
- Con acción anticoagulante: arándano silvestre (mirtilo), fucus vesiculosus (sargazo vejigoso o sargazo vesiculoso) , uña de gato, manzanilla, dong quai (Angelica sinensis), onagra, alholva (Trigonella), ajo, jengibre, ginkgo, alcohol, castaño de indias, trébol, reishi, cúrcuma, sauce blanco, papaya, taurina.
- Disminuyen el efecto anticoagulante: alfalfa, Ginseng (americano y asiático), té verde, regaliz, hierba de San Juan (Hypericum perforatum).
En el caso específico de dabigatrán solo indica evitar la hierba de San Juan.
En las evaluaciones del fármaco dabigatrán de LexidrugTM(5,6) y Micromedex(7) también se planteaque los alimentos no afectan la biodisponibilidad del dabigatrán, pero retrasan 2 horas la concentración plasmática máxima, y, en el caso de la forma granulada, la incompatibilidad con leche y productos lacteos.
Se han consultado, además, monográficos sobre dabigatrán o los ACOD:
- En una guía australiana, actualizada en marzo de 2025(8) o en otra guía canadiense de 2024(9), sobre los ACOD, no se hace mención a posibles interacciones entre estos fármacos y alimentos (a excepción de la hierba de San Juan; en ambos documentos se indica que su uso debería evitarse por disminuir el efecto anticoagulante de dabigatrán).
- Dentro de las guías clínica de Thrombosis Canada se identifica una sobre dabigatran(10) y otra con preguntas frecuentes sobre el uso de los ACOD(11) y, mientras en la primera no se aborda el tema en cuestión en la segunda se alude a que no se conocen interacciones dietéticas con los ACOD.
Y también se ha realizado una búsqueda en las bases de datos de estudios tras la que se ha seleccionado una revisión narrativa(12) que aborda este tema. Se comenta en ella que los estudios sobre las interacciones entre apixabán, edoxabán, dabigatrán y macronutrientes individuales mostraron que la presencia de proteínas, grasas y carbohidratos no afectó significativamente la biodisponibilidad de estos fármacos. Respecto a otro tipo de ingredientes alimentarios, la revisión incorpora un listado de sustancias que pueden aumentar o disminuir las concentraciones plasmáticas de los diferentes ACOD pero tan solo en el caso de la hierba de San Juan se indica que se debería evitar su uso concomitante con dabigatrán y rivaroxabán. Comentar que en la revisión se cita el informe de un caso(13) de un paciente de 80 años con función renal normal y antecedentes de fibrilación auricular crónica no valvular en tratamiento con dabigatrán a una dosis de 110 mg. Tres días después de haber comenzado a tomar una mezcla hervida de jengibre y canela el paciente consultó en urgencias con debilidad general, náuseas, hematemesis, dolor abdominal y heces negras de un día de duración. La hemorragia digestiva tuvo un desenlace fatal.
Por último comentar que utlizando las herramientas de interacciones de Micromedex y UpToDate se pueden consultar todas las potenciales interacciones de un fármaco (incluyendo en el caso de Micromedex aquellas que ocurren con la comida y el alcohol). En la de Micromedex, tan solo se describe como potencial interacción fármaco-comida la que ocurre con el uso concomitante de té verde; se indica que el té verde puede aumentar la exposición a dabigatrán y el riesgo de sangrado por lo que se debería utilizar con precaución. Entre las interacciones no farmacológicas que se enumeran en la herramienta de UpToDate se identifica un interacción catalogada de riesgo C (precisa monitorización) con algunos productos que los pacientes pueden tomar como suplementos: levadura de arroz rojo, ácidos grasos omega-3, y ciertos productos herbales (serenoa repens, arándano silvestre o mirtilo, emblica, ajo, jengibre, ginkgo biloba, ginseng americano, ginseng siberiano, octacosanol, policosanol, o hierba dulce).


