Tras la búsqueda realizada, no se han identificado estudios ni comunicaciones científicas que respalden o refuten la canalización venosa o arterial a través de zonas tatuadas.
En el Banco de Preguntas de Preevid, se han publicado diversas respuestas sobre tatuajes y procedimientos sanitarios(1-4). En todas ellas se destaca la ausencia de evidencia sobre posibles complicaciones.
En general, se recomendaría aplicar el principio de precaución (es decir, no realizar un procedimiento sanitario sobre una zona de piel tatuada pero en el caso de que no se pueda evitar no hay evidencia de un posible daño).
En el momento actual tan solo se ha localizado una carta al editor que describe un caso de canulación venosa y arterial en un paciente con tatuajes, hospitalizado para un injerto de derivación de arteria coronaria(5). A raiz de este caso, los autores aconsejan evitar la punción a través del tatuaje siempre que sea posible. Y consideran que si la zona del tatuaje no se puede evitar, la punción solo se debería realizar a través del tatuaje después de explicar al paciente los posibles riesgos (aunque muy bajos) de reacciones alérgicas, complicaciones dermatológicas y neurológicas y tras obtener el consentimiento informado previo. Además, sugieren que se debería obtener también el consentimiento del paciente, si es necesario realizar una incisión quirúrgica en la piel tatuada pues es posible una distorsión del tatuaje en el postoperatorio.


