En base a la información identificada, la suplementación con glicina no puede considerarse una intervención eficaz para los problemas del sueño del paciente adulto.
La búsqueda realizada en los recursos habitualmente consultados no identifica guías de práctica clínica (GPC), protocolos, documentos de consenso o sumarios de evidencia que hagan mención al papel de la glicina en el abordaje terapéutico del paciente adulto con insomnio.
En una de las GPC revisadas(1) tan solo se incluye la glicina entre los suplementos herbales sobre los que se busca evidencia de eficacia (pero sin incorporar después información sobre los resultados obtenidos).
Y entre los sumarios de evidencia consultados encontramos que en el de UpToDate sobre farmacoterapia para el insomnio del paciente adulto(2) se menciona la glicina entre los ejemplos de suplementos ampliamente comercializados para el insomnio (sin aportar tampoco más datos al respecto).
Se han realizado también búsquedas en las bases de datos PubMed, Embase y en Cochrane Central Register of Controlled Trials y únicamente identificamos un pequeño ensayo clínico aleatorio (ECA)(3) cruzado cuyo objetivo principal fue examinar si un suplemento de péptidos de colágeno (SPC) rico en glicina podría mejorar la calidad del sueño en hombres físicamente activos con problemas de sueño autoinformados. Participaron 13 hombres deportistas (edad entre 18 y 35 años) en los que, previamente al inicio de la suplementación, se monitorizó la actividad física y el sueño durante 7 días y 7 noches en su domicilio. Tras este periodo los participantes fueron aleatorizados, de forma cegada, a consumir 200 ml de una bebida a base de SPC o una bebida control con placebo (CON) 1 h antes de acostarse durante 7 días, separando ambas intervenciones ≥ 7 días. Se indicó a los participantes que durante la semana de la intervención mantuvieran su horario de acostarse y despertarse igual que en la semana previa a la suplementación y que también replicaran los patrones de ingesta dietética y actividad física. Como resultados relacionados con el sueño se describe que la polisomnografía mostró menos despertares con SPC que con CON (21,3 ± 9,7 frente a 29,3 ± 13,8, respectivamente; P = 0,028). El promedio de despertares subjetivos fue igualmente menor con SPC que con CON (1,3 ± 1,5 frente a 1,9 ± 0,6, respectivamente; P = 0,023). Sin embargo, no se observaron diferencias en la somnolencia subjetiva, la fatiga ni la calidad del sueño (P > 0,05). Se concluye que la suplementación durante 7 días con SPC (15 g/día) redujo los despertares nocturnos pero no influyó en la cantidad, latencia o eficiencia del sueño.
Búsquedas en fuentes de información no regladas permite localizar el resumen de otro ECA doble ciego y controlado con placebo, presentado como comunicación en un Congreso de la Sociedad Española de Fitoterapia(4). El objetivo del estudio fue valorar la eficacia y seguridad de un complemento alimenticio (Buenas Noches Total, BNT) a base de glicina, GABA, melatonina, y extractos vegetales (valeriana, pasiflora y amapola de California) en pacientes con insomnio primario, comparando los resultados con los del mismo producto sin glicina (Buenas Noches, BN). En el resumen se informa que fueron incluidos 60 sujetos, mayores de 18 años, diagnosticados con insomnio primario según el criterio DSM-5, y distribuidos en 3 grupos (placebo, BN y BNT, 1 comprimido diario, media hora antes de acostarse). La duración del estudio fue de dos semanas. Respecto a la situación basal, la eficacia de ambos complementos alimenticios fue observada desde el primer día y de forma más significativa con BNT. En el grupo de BNT la latencia de sueño fue de 9 minutos, mostrando una mejora de 17 y 6 minutos respecto al grupo placebo y BN, respectivamente. El incremento de tiempo de sueño observado en el grupo BNT y BN fue de 80 y 40 minutos, respectivamente, mientras que no se incrementó en el placebo. El índice de severidad del insomnio disminuyó en un 53% y 33% en el grupo BNT y BN, respectivamente.


